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La Reina Sofía contaba con una importante agenda como consorte del Rey Juan Carlos I, sumada a su labor al frente de la Fundación Reina Sofía. Con la abdicación del Rey Juan Carlos, pasó a un segundo plano muy a su pesar, aunque no le quedó más remedio que aceptar su nueva situación en el organigrama regio.
En esa Monarquía renovada para un tiempo nuevo había poco sitio para Doña Sofía, y además Doña Letizia ha luchado por promover una Familia Real encarnada por los Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. La Princesa de Asturias y la Infanta Sofía no representan a la Corona por ahora, lo que recae principalmente en Don Felipe y Doña Letizia.
El Rey Juan Carlos mantiene ciertos compromisos, pero en general está encantado con la vida que tiene desde que abdicó, por mucho que lo hiciera obligado por las circunstancias. La Reina Sofía está feliz de que su hijo reine, pero siente que podría hacer más cosas de las que hace.
La Familia Real con Dolors de Monserrat y Manuela Carmena en el 40 aniversario de la Fundación Reina SofíaComo ha podido saber Bekia, la Reina Sofía ha confesado que Casa Real no le deja participar en muchos actos o asumir nuevas tareas, algo que lleva con resignación, aunque le duela: "No me dejan salir mucho...", ha comentado Doña Sofía, que tiene temporadas de más actividad, pero otras apenas toma compromisos en nombre de la Corona.
Media vida dedicada a la Fundación Reina Sofía
En ese sentido, no duda en aceptar proyectos que le llegan a través de la Fundación Reina Sofía, que es donde tiene más margen de maniobra y puede dedicarse a causas sociales que le interesan. Esta entidad fue constituida en 1977 por la propia Doña Sofía, que aportó un capital personal para crearla y llevar a cabo proyectos educativos, sanitarios, de ayuda social y humanitaria en su calidad de presidenta.
