En compañía de su hermana Irene disfrutó de más de una hora de piezas de Mozart y Tchaikovsky interpretadas por la Orquesta Santa Cecilia. Después de terminar el concierto, llegó el momento estelar de la Reina Sofía, algo que no esperaba para nada.
Algunos asistentes se trasladaron a otra sala del Auditorio Nacional para celebrar un cóctel privado. Trabajadores de EFE y varios fotógrafos y redactores ajenos a la agencia pero muy vinculados a la Casa Real pudieron charlar con la Reina Sofía, que en todo momento se mostró sonriente y dejó claro lo cómoda que se encontraba y lo bien que iba la noche.
Obsequio especial
Fue durante este cóctel cuando Fernando Garea, presidente de EFE, hizo entrega a la Reina un regalo muy personal: un álbum con 80 fotografías, coincidiendo con los años que cumplió la Reina en noviembre. Se trata de una recopilación de imágenes personales que muestran su faceta más familiar y desconocida como madre y abuela.