Doña Sofía adora a sus ocho nietos por igual, pero una de ellos es especial para ella por un motivo que los restantes nietos comprenden.
La Reina Sofía es una mujer muy familiar. Está contenta de poder compartir su vida con su hermana, Irene de Grecia, con la que convive en La Zarzuela y que le necesita debido a que sufre un deterioro cognitivo. La recomendación médica es que se mueva y tenga una vida lo más activa posible, y de eso se encarga Doña Sofía.
Le encantaría estar también todo el día con sus hijos y nietos, aunque sabe que no es posible. Eso no quiere decir que su relación sea fría o distante con ellos, sino todo lo contrario. Como señala ¡Hola!, su ojito derecho siempre ha sido el Rey Felipe, y él le corresponde estando pendiente de ella y con frecuentes visitas.Por su parte, con la Infanta Elena se ve todas las semanas, y a la Infanta Cristina, que vive oficialmente en Suiza, la ve cada vez con mayor frecuencia porque las estancias de Cristina de Borbón en La Zarzuela son muy habituales.
Amor por todos, pero pasión por Leonor
Y luego están los nietos. Les quiere a todos mucho, y aunque siempre se ha dicho que su favorito es Juan Urdangarin, la citada publicación asegura que siente pasión por la Princesa Leonor. El motivo no es otro que se trata de la Princesa de Asturias, de la heredera, de quien representa la continuidad dinástica. "El Rey Felipe VI es, de alguna forma, su obra, y Leonor representa el futuro de la Corona por la que tanto ha trabajado", asegura la revista.
De este modo, los restantes nietos lo entienden y no sienten celos. Además, saben lo mucho que les quiere su abuela a todos, y ellos a su vez también la quieren y la cuidan, como se vio por ejemplo en la boda de Theodora de Grecia y Matthew Kumar, donde Doña Sofía estuvo rodeada por sus hijas y sus nietos Urdangarin, que estuvieron muy pendientes de ella.