Doña Sofía celebró el sexto cumpleaños de la Infanta Sofía en Madrid y después el decimoprimer aniversario de su nieto Miguel en Barcelona.
Doña Sofía disfruta siendo Reina de España, pero también lo hace cuando ejerce de abuela. Si el lunes celebró con su nieta pequela la Infanta Sofía su sexto cumpleaños en Madrid, al día siguiente viajó hasta la Ciudad Condal para hacer lo propio con su nieto Miguel, que cumplió once años el 30 de abril.
La Reina Sofía viajó sola, con la única compañía de su chófer, y se dirigió hasta la casa de Pedralbes de los Duques de Palma, donde disfrutó de una jornada familiar con su hija, su yerno y cuatro de sus ocho nietos.
Aunque se habló de cierto distanciamiento con la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín se ha ido demostrando que es mentira, y que la Reina separa la parte institucional de la familiar, que para ella es muy importante.
Pese a que los problemas crecen para los Palma, sobre todo tras la imputación de la Infanta Cristina (ahora en suspenso), la Reina no dudó en viajar a Barcelona, algo que no le costó nada, sobre todo pensando que el año anterior voló a Washington para soplar las velas junto a su nieto Miguel.
Doña Sofía sabe la difícil situación por la que está pasando su hija y toda su familia. De hecho, se habla que podría marcharse hasta Qatar siguiendo a Iñaki Urdangarín, lo que supondría que la Reina volvería a estar lejos de sus nietos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, aunque parece que hoy por hoy, el traslado del Duque de Palma está lejos de estar cerrado. Pero la Reina no fue la única visita que recibieron los Duques, pues por la casa también estuvo el abogado de Iñaki Urdangarín, Mario Pascual Vives, al que se le vio saliendo del domicilio de los Urdangarín de Borbón tras tratar temas judiciales con su cliente.