Galería: La Reina Sofía, una vida en imágenes
La Reina Sofía cuenta con una agenda oficial bastante limitada desde la subida al trono de Felipe VI. Sus compromisos en nada se parecen a los de Beatriz de Holanda, que pese a su abdicación en 2013 se ha convertido siendo un pilar para el reinado de su hijo, Guillermo Alejandro de Países Bajos, pero son muchos más que los de Alberto y Paola de Bélgica, que viven prácticamente retirados.
Hay actos que Felipe VI prefiere delegar en Doña Sofía, como la tradición de visitar al Cristo de Medinaceli el primer viernes de marzo, un compromiso no oficial que la Corona ha mantenido, pero en manos de otra generación. Además, todo lo que lleva su nombre es presidido por la Reina Sofía, que está encantada de dejarse ver y ser lo más útil posible.
Por ello se presentó con una sonrisa en el Centro Cultural Casa de Vacas del Parque de El Retiro de Madrid para presidir el acto de entrega de la 58 edición del Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura. Este galardón está organizado por la Asociación Española de Pintores y Escultores, en colaboración con Google, y cuenta con el apoyo de la Corona.
Doña Sofía apareció con una americana en tono berenjena que adornó con un broche en forma de libélula y pantalones negros, una especie de semiluto que se ha convertido en habitual para ella desde la muerte de su hermano Constantino. Si bien el luto como tal terminó a los 40 días de su fallecimiento, lo que se conmemoró con un servicio religioso en la Catedral Metropolitana de Atenas y un acto en Tatoi, la Reina Sofía prefiere seguir optando por tonalidades más discretas.
El anillo de pedida y una escultura ganadora
Como adornos, además del citado broche, se colocó unos pendientes de oro con diamantes, los collares y pulseras que tanto le gustan y una serie de anillos. El que más llamó la atención, por su forma y por su significado, fue el de pedida. El anillo que le regaló el entonces Príncipe Juan Carlos en 1961 destaca por los dos rubís redondos separados por un diamante, una joya que se quita y se pone como si fuera, o no, un gesto de apoyo al Rey Juan Carlos. Hay personas que usan la moda y las joyas para mandar mensajes. Quizás la Reina Sofía quiera seguir demostrando cierto afecto por Juan Carlos de Borbón y recordar tiempos mejores, o quizás simplemente le gusta y no le apetece que esté siempre guardado en el joyero.
Pero lo importante del acto no fueron los anillos de la Reina Sofía, sino que en esta 58 edición el galardón recayó en César Orrico Méndez. El artista fue premiado por su obra 'Noche', una escultura de bronca a la cera perdida de 100x32x45 "que ofrece una mirada transversal desde el paradigma clásico hasta la modernidad, una figuración contemporánea que fusiona la originalidad en la representación con los principios fundamentales de la escultura". Orrico, que pudo mostrar y explicar personalmente a la Reina Sofía su obra, se llevó un Diploma acreditativo, una Medalla de la Asociación Española de Pintores y Escultores y un premio en metálico de 10.000 euros. Doña Sofía entregó además diplomas a los finalistas, José María Pinto Rey, Mario Manckey, David Montes Alonso y María Oriza Pérez, y recorrió la exposición en la que se mostraron los trabajos del ganador y los finalistas.