El Palacio Real de la Almudaina de Mallorca abrió sus puertas este miércoles por la noche para acoger la recepción que los Reyes Felipe y Letizia ofrecieron a las autoridades de Illes Balears y a una representación de la sociedad balear. Por segundo año consecutivo, los mismos que lleva como Jefe del Estado, Felipe VI ha sustituido la cena a las autoridades que ofrecía Juan Carlos I cada verano por una recepción más abierta, símbolo de los nuevos tiempos.
El Rey eligió para la ocasión un traje azul marino con corbata roja, mientras que su madre se presentó con una casaca y pantalón de gasa en tonos tierra con un llamativo cinturón con el que complementó su étnico look. En el caso de la Reina, escogió un total black de blusa sin mangas de volantes de Mango y pantalón negro de talle alto de Hugo Boss. Se calzó unas sandalias de Magrit y llevó de la mano un clutch de Adolfo Domínguez.
Un cóctel servido por un chef solidario
Una vez dentro, Don Felipe, Doña Letizia y Doña Sofía saludaron a todos y cada uno de los 400 invitados que acudieron a la recepción, donde estuvieron las autoridades políticas del archipiélago balear salvo los representantes de Podemos y MÉS, que rechazaron la invitación del Rey.
En el caso de la formación que lidera Pablo Iglesias a nivel estatal, se pidió a Felipe VI que suprimiera esta recepción y diera el dinero que cuesta a los más necesitados. El Rey se negó, y señaló que el cóctel había sido encargado a Andreu Genestra, joven cocinero que utiliza productos naturales y da trabajo a otros jóvenes procedentes de ambientes marginados.
Tras los saludos, los Reyes de España y Doña Sofía pasaron al Salón Gótico de La Almudaina, donde tuvo lugar la recepción y se sirvió un cóctel que volvió a tener como gran ausente al Rey Juan Carlos, que un año más no tiene intención de pasar por Mallorca, prefiriendo las Canarias para pasar sus vacaciones.