Y es que, el respeto y la sintonía entre ambas cabezas de Estado fue máximo durante las cinco décadas que coincidieron en el puesto. Por ello, y apenas un día después de que el mundo supiera del fallecimiento de Isabel II, la Casa Real danesa anunciaba que, si bien seguiría adelante con algunas de las citas agendadas para celebrar el Jubileo de su monarca, finalmente estas se reducirían a lo mínimo y esencial, volviendo a aplazar los grandes festejos pensados desde hacía meses.
Una de esas citas que sí se ha celebrado ha sido la función que, en honor de la Reina Margarita, se celebró en el Teatro Real de Copenhague. Allí acudió la monarca, ataviada con un espectacular vestido de raso rojo y su inseparable banda azul en la que habitualmente luce, como en esta ocasión la Orden del Elefante, la Cruz del Gran Comandante de la Orden Dannebrog y la estrella de la Orden del Elefante. También portadora de una tiara, la Reina llegaba de lo más sonriente a la alfombra roja desplegada frente al teatro. Antes de empezar la actuación, Margarita de Dinamarca quiso que todos los presentes guardaran un minuto de silencio en memoria de la Reina Isabel II.
Muy bien acompañada
También acudieron al evento los Príncipes Joaquin y Marie acompañados de Nicolás y Félix de Dinamarca, hijos del Príncipe Joaquín, fruto de su primer matrimonio con Alexandra Manley.
Al lado de la monarca también estuvieron sus hermanas, Benedicta y Ana María de Dinamarca, mientras que, como destacada presencia internacional estuvieron los Reyes Harald V y Sonia de Noruega, los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. Además, a la celebración también asistieron miembros de la familia griega, emparentada con la danesa, como la Princesa Alexia de Grecia y su marido, Carlos Morales Quintana, así como los hermanos de esta, el Príncipe Felipe y Theodora de Grecia, que también acudieron con sus respectivas parejas. Quien no apareció fue Constantino II de Grecia, hermano de la Reina Sofía, que desde hace algún tiempo arrastra problemas de salud.