Doña Letizia es una mujer segura de sí misma, pero eso no quita para que tenga complejos físicos, como le pasa a casi todo el mundo.
La Reina Letizia ha pasado por el quirófano para mejorar su aspecto y sentirse mejor consigo misma. Lo cierto es que además de que el resultado ha sido excelente, el paso de los años le ha sentado muy bien. De todos modos, por mucho que esté guapa y se vea bien, es normal que tenga ciertos complejos, como le pasa a todo el mundo.Uno de ellos salió a relucir durante un día de compras. La Reina salió junto a su asesora, Eva Fernández, con la que entró en el establecimiento que Bottega Veneta tiene en Madrid. Como señala Informalia, las empleadas se quedaron muy sorprendidas de su presencia, ya que no había avisado de que venía.
No le gustan sus rodillas
Doña Letizia y Eva Fernández pasearon por la tienda y seleccionaron diez vestidos para que se los enviaran a La Zarzuela y allí decidir con cuál o con cuáles de ellos se quedarían. Al ser preguntada por cómo quería el largo de la falda, la Reina contestó que por la rodilla, "pero no por protocolo, es que tengo las rodillas muy feas".
Echando un vistazo a su armario es cierto que prefiere llevar el largo de la falda por debajo de la rodilla, pero de todos modos, cuando se le han visto las rodillas, no tienen nada de malo; simplemente cada uno y cada uno tiene sus complejos, y el de la Reina Letizia es ese.