Los Reyes de España se trasladaron a Londres el domingo 18 de septiembre para participar en los actos de despedida en honor de la Reina Isabel II, fallecida diez días antes en su residencia privada del Castillo de Balmoral, en Escocia. Felipe VI y doña Letizia aterrizaron en la capital británica en torno a las 14:00, hora local, y volaron acompañados de la Reina Sofía, quien se uniría a Juan Carlos I para acudir juntos al funeral de estado que tendría lugar al día siguiente en la Abadía de Westminster. Mientras que los monarcas eméritos se hospedaban en un hotel de la ciudad, cuyo nombre no fue dado a conocer por parte de Casa Real, los titulares de la Corona española optaron por alojarse en la residencia del embajador español.
Las cámaras de televisión que se encontraban en la vivienda del representante de España en Reino Unido captaron las primeras imágenes de los Reyes a su llegada a Londres. Tanto Felipe VI como doña Letizia se bajaron del vehículo oficial y fue entonces cuando se les pudo ver luciendo riguroso luto, cumpliendo así con el protocolo del momento y honrando con su vestimenta a su tía Lilibeth, como así la conocían en la Familia Real española. Sin embargo, lo más llamativo fue el detalle con el que la Reina quiso honrar tanto a la Soberana británica como a todo su pueblo : escogiendo uno de los broches más importantes del joyero real y que evoca a los lazos históricos existentes entre los dos históricos reinos.
'La Peregrina', un broche con un pasado muy british
Aunque a la Reina Letizia no le gusta que en sus actos se hable más de la ropa o las joyas que lleva que de los discursos que realiza, lo cierto es que ella misma también utiliza las prendas y complementos que luce para lanzar claros mensajes. De hecho, así lo ha vuelto hacer en su visita a Londres junto al Rey Felipe VI para participar en los actos de despedida a Isabel II de Reino Unido. No solo tenían pensado asistir al funeral, sino que los Reyes de España también se desplazaron hasta la capilla ardiente de la Monarca instalada en el Gran Salón del Palacio de Westminster y orar durante unos minutos delante del féretro, así como a la recepción oficial que el Rey Carlos III ofrecía a todos los representantes extranjeros en el Palacio de Buckingham la noche anterior al sepelio.
A su llegada a la capital, y antes de acudir hasta el Parlamento británico donde yacían los restos mortales de Isabel II, se pudo ver una imagen de los Reyes de España entrando a la residencia del embajador español en Londres. De riguroso luto, doña Letizia lucía un sencillo vestido negro, ya que el protagonismo se lo daba al broche que lo acompañaba: la réplica de 'La Peregrina'. Respecto de la original, se trataba de una preciada perla de 55'95 quilates en forma de pera que fue descubierta hace más de cinco siglos en el mar Caribe, cerca de Panamá, y que años después pasó a manos de Felipe II de España. Algunas fuentes apuntas que este se la regaló a su fugaz esposa María Tudor, quien era Reina de Inglaterra e Irlanda. Sin embargo, muchos investigadores no sostienen esto, pero lo que sí queda claro es que ha estado prendida durante siglos del cuello o vestidos de las reinas españolas.
Con la invasión francesa de España, ' La Peregrina' fue robada por José Bonaparte y comenzó un importante peregrinaje por diversas partes del mundo, hasta el punto de que hay quienes afirman que fue subastada en Nueva York y acabó en manos de Elizabeth Taylor. Sin embargo, los Borbones españoles presumían de tener otra 'Peregrina' en su poder, la que Alfonso XIII regaló a su esposa, la Reina Victoria Eugenia con motivo de su boda, y que es la que posteriormente ella legó a las futuras reinas de España dentro del famoso 'joyero de pasar' que actualmente está en manos de doña Letizia, quien la lució por primera vez en la Pascua Militar de 2019.
El homenaje de Letizia a Isabel II con su broche
Ya sea la auténtica o no, lo cierto es que la perla de 'La Peregrina' es una pieza que refleja el pasado común que une a España y Reino Unido. " Construimos los dos imperios más grandes que el mundo jamás haya conocido y les legamos nuestras jurisprudencias, creencias e idiomas ", fueron las palabras que en 1988 pronunció Isabel II en su visita de estado a España y que se han vuelto a hacer presente con la elección de Doña Letizia luciendo el histórico broche el día llegó a Londres para visitar su capilla ardiente, a pesar de que decidiera reservarlo y no llevarlo para ese momento en concreto, donde optó por un outfit más sencillo.
Esta joya que un día pudo o no estar en manos de la reina inglesa María Tudor sí está claro que perteneció a Victoria Eugenia de Battenberg, la nieta de la Reina Victoria de Reino Unido que nació en el Castillo de Balmoral en 1887, el mismo donde murió Isabel II el 8 de septiembre de 2022, y que se casó con Alfonso XIII, siendo de donde procede el parentesco entre Windsor y Borbones.
Por tanto, la Reina Letizia ha acertado plenamente escogiendo esta joya para su viaje a Londres, ya que con ello no solo ha hecho un homenaje al pueblo británico, sino también a la que ya es la Monarca más longeva de la historia, Isabel II de Reino Unido. Otro de los gestos que también han destacado y recogido los medios británicos y que han gustado a la opinión pública es que la mujer de Felipe VI haya hecho una reverencia en la capilla ardiente, frente al féretro de la Reina, en señal de respeto y reconocimiento a la que ha sido, es y será una de las Monarcas más importantes de los últimos siglos.