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Las Casas Reales necesitan a la prensa para comunicar a los ciudadanos a los que representan sus actividades oficiales. La realeza entiende y respeta el trabajo de los medios de comunicación, y desde bien pequeños, los niños saben lo que son los posados y conocen bien el sonido de los flashes. Sin embargo, lo que las personas de sangre azul no llevan tan bien es cuando los periodistas entran en su vida privada, que es precisamente lo que suele tener más interés mediático para la ciudadanía, (o para una gran parte). Es por eso que los profesionales de la comunicación no siempre son muy bienvenidos en las Cortes Reales.
Con los nuevos tiempos, todas las Casas Reales sin excepción se han abierto a los plebeyos, hombres y mujeres sin sangre real que han entrado a formar parte de las primeras familias de algunos países europeos. Dentro de este grupo hay abogadas, empresarios, artistas o deportistas, entre otras profesionales. Hay un oficio que destaca sobre los demás, y es el de periodista, un trabajo que han desempeñado algunas de las que después han terminado siendo reinas, princesas o han emparentado con la realeza de alguna forma.
Letizia, la periodista que lo dejó todo por amor
La periodista de la realeza por excelencia es Letizia Ortiz Rocasolano. Nacida en Oviedo (Asturias) el 15 de septiembre de 1972, Letizia llevaba el periodismo en la sangre. Su padre desarrolla este oficio, y su abuela, Menchu Álvarez del Valle, es una conocida locutora de radio ya retirada que hizo amar la profesión a su nieta. No extrañó que entrara en la Universidad Complutense de Madrid para estudiar Ciencias de la Información. Durante esos años hizo prácticas en ABC; la agencia EFE y La Nueva España, periódico con sede en su ciudad natal. Al licenciarse se marcho a México para realizar un doctorado que nunca terminó.
Se veía en la tele, y por eso entró en Bloomberg, para dar el salto posteriormente a CNN+, donde trabajó como presentadora, reportera y redactora. Cuando tenía 28 años y ya estaba separada de su primer marido, Alonso Guerrero, Letizia Ortiz se incorporó a La 1, donde fue elegida para presentar el Telediario Matinal. Pasó por Informe Semanal, se encargó de los especiales sobre el Euro, cubrió el desastre del Prestige y la Guerra de Irak.
Fue distinguida con el Premio Larra que otorga la Asociación de la Prensa de Madrid a los profesionales menores de 30 años, pero todavía quería más. En 2003 se puso al frente de la segunda edición del Telediario de La 1 junto a Alfredo Urdaci. El 31 de octubre de 2003 (casualmente dos años antes del nacimiento de su hija mayor) se despidió de los telespectadores como un viernes más. Ya no volvería a ejercer el periodismo.
Al día siguiente, 1 de noviembre, se anunció el compromiso entre el Príncipe de Asturias y una mujer que muchos españoles conocían bien, la presentadora del Telediario Letizia Ortiz. Para ella fue duro, pero tuvo que dejar la profesión que amaba y que nunca podrá volver a ejercer. Desde entonces ha sido primero Princesa de Asturias y luego Reina de España, y paradójicamente ha tenido una relación un tanto tensa con los medios de comunicación. Todos sus gestos, sus looks o sus actos se analizan con lupa, lo que no siempre es del agrado de Su Majestad. En otras ocasiones ha quedado claro que echa de menos ser periodista, sobre todo cuando preside actos en los que se relaciona con otros ciudadanos que sí ejercen el oficio que siempre sentirá que es el suyo.
Beatrice Borromeo, el azote de la mafia y la corrupción
Beatrice Borromeo pertenece a la casa nobiliaria Borromea. Es joven, guapa, rica, elegante y una gran periodista. Casada desde 2015 con Pierre Casiraghi, su entrada en la Familia Real de Mónaco no le ha obligado a renunciar a su profesión, ya que tan solo ha contraído matrimonio con el sobrino de un Jefe del Estado, por lo que sus obligaciones institucionales son escasas. El hijo de Carolina de Mónaco trabaja en las empresas de la familia Casiraghi, y ella escribe en Il Fatto Quotidiano, diario italiano en el que se siente muy a gusto. Desde esta tribuna ha mostrado su cara más combativa, sobre todo hacia el exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. Resulta curioso comprobar el compromiso político de una aristócrata millonaria que ha emparentado con la realeza más glamourosa y que no ha querido ni por un momento dejar su profesión.
Para llegar a donde está, Borromeo estudió Derecho en la Universidad Bocconi de Milán y realizó un Máster en Periodismo en la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Trabajó para Newsweek y The Daily Beast, y ha estado en plantilla de Il Fatto Quotidiano desde sus inicios en 2009. También pasó por la RAI y realizó un documental sobre la mafia calabresa que llamó 'Lady Ndrangheta', y en el que contaba el papel de las mujeres en la mafia. Este documental le valió grandes aplausos, pero también amenazas de la mafia. Beatrice Borromeo no se dejó amedrentar, disfruta con un periodismo valiente y comprometido al que no piensa renunciar por mucho que haya entrado en la realeza.
Nadia Halamandari, otra griega para la realeza española
El quinto y último hijo de la Infanta Pilar, Fernando Gómez-Acebo, se separó de Mónica Martín Luque en 2011, con la que se habló durante años de una posible reconciliación. No ha podido ser. El primo del Rey de España mantuvo una relación con una millonaria griega llamada Nadia Halamandari, con la que se casó el 31 de mayo de 2016 en Grecia y de la que terminó separándose. 5 días más tarde dieron la bienvenida a su primer hijo, un varón llamado Nicolás, que vino al mundo en Atenas. Hasta entonces, Nadia Halamandari era una desconocida en España, pero no en su país, donde ejerce como periodista y empresaria.
Halamandari estudió comunicación y políticas en The London School of Economics y ha trabajado como presentadora de televisión y productora. Por si fuera poco, ostenta la dirección de Halamandaris Constructions, empresa constructora propiedad de su padre Niko Halamandari.
Lili Rosbosh, la discreta princesa periodista
Elisabetta Rosboch saltó a la fama en febrero de 2014 al anunciarse su compromiso con el Príncipe Amadeo de Bélgica, hijo de Astrid y Lorenzo de Bélgica y sobrino del Rey Felipe de los Belgas. En julio de ese mismo año tuvo lugar su boda en Roma, y en mayo de 2016 dio a luz a su primogénita, una niña que es la primera bisnieta de los Reyes Alberto y Paola.
Pero Lili Rosboch no es una princesa cualquiera, sino una princesa periodista. Dejó su casa de Roma para irse a Francia a estudiar Ciencias Económicas y Sociales. De allí se trasladó a Londres para cursar Cine y Literatura en la Queen Mary University. Allí conoció al Príncipe Amadeo, con el que se fue a vivir a Nueva York. En la Gran Manzana consiguió trabajo como redactora en la agencia de noticias Bloomberg, un empleo que le encanta. Debido a que está casada con el sobrino del Rey, que es padre de 4 hijos, es muy improbable que tenga que dejar su carrera para trabajar para la Corona, por lo que al igual que Beatrice Borromeo, su parentesco real no le obligará a renunciar al periodismo.
La otra 'Borbón' periodista
La menos conocida de las periodistas de la realeza es precisamente la más alejada de los círculos reales. Leticia Iglesias es actualmente directora de comunicación de Coca Cola. Antes trabajó como presentadora en Telecinco y en CNN+, canal en el que años antes ejerció su tocaya. Allí estuvo hasta que la compra de Mediaset España provocó el cierre del canal 'Todo Noticias'.
Su vinculación con la realeza viene también por matrimonio, ya que en otoño de 2012 se casó con Juan Tejón de Borbón, periodista como ella y nieto de Leandro de Borbón. Tejón es hijo de María Cristina de Borbón y Vidal, primogénita de uno de los dos hijos que el Rey Alfonso XIII tuvo con Carmen Ruiz de Moragas. Por tanto, el marido de Leticia Iglesias es primo segundo del Rey Felipe VI.