La Reina Letizia se ha enfrentado a uno de sus compromisos internacionales más importantes en solitario como Reina de España. Tras viajar a Austria y Portugal, en esta última ocasión viajo a Roma, donde estuvo con su marido hasta el miércoles. El jueves acudió en solitario a la sede de la FAO.
Allí la Reina Letizia ha participado en la II Conferencia Mundial sobre Nutrición, la segunda que se lleva a cabo desde 1992 en Nueva York. A este importante acto también acudieron el Papa Francisco, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano; o la esposa del multimillonario Bill Gates, Melinda Gates, "alma máter" de la Fundación Gates.
Denuncias de la Reina Letizia y el Papa
Doña Letizia brilló durante su intervención, tanto por sus palabras como por su elegante estilismo. Para esta ocasión tan especial la Reina eligió un vestido rojo de corte lápiz y manga larga. En su discurso, la Reina Letizia enfatizaba el "valor especial" de las mujeres para combatir el "inaceptable" grado de hambre en el mundo, y propuso a su vez aumentar la educación de las mujeres para que contribuyan a mejorar la nutrición.
Así mismo, reclamó de la "gran industria alimentaria" que haga confluir los "intereses comerciales" con la "responsabilidad política" para la erradicación de la obesidad, una "epidemia", dijo, que ningún país del mundo ha logrado revertir. Doña Letizia subrayó también que la malnutrición "es la principal causa de enfermedad en el mundo" y consideró que "es inaceptable que más de 850 millones de personas padezcan hambre crónica".
Por su parte, el Papa Francisco denunció que "la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y la preeminencia de la ganancia". Además el Pontífice criticó, como ya ha hecho en otros discursos, el sistema económico que, dijo, " ha reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera".