La Reina Isabel se siente con fuerza. Ni su avanzada edad, ni la muerte del Duque de Edimburgo o las tensiones con los Duques de Sussex pueden con ella. Así, ha afrontado con energía e ilusión un fin de semana marcado por unos actos oficiales presenciales en los que no se prodiga demasiado desde el comienzo de la pandemia.
El viernes 11 de junio de 2021 viajó a Cornualles. Debido a su edad hace tiempo que decidió no viajar al extranjero, pero nada ha dicho sobre los viajes dentro de Reino Unido, a los que no renuncia ni a nivel personal, ni tampoco institucional. Además, la ocasión lo merecía. La Reina ejerció de anfitriona de los líderes mundiales congregados en este rincón de Reino Unido que acudieron a la cumbre del G7. Para ello, se dejó acompañar por el núcleo duro de la Familia Real Británica, es decir, el Príncipe Carlos, la Duquesa de Cornualles y los Duques de Cambridge.
Eso no fue nada para ella, y al día siguiente, ya de vuelta en Windsor Castle, su residencia favorita y su hogar permanente desde que se declarara la pandemia en marzo de 2020 y se confinara allí con el Duque de Edimburgo, participó en uno de los eventos más importantes en la agenda de la Casa Real Británica: Trooping the Colour.
Cada año se celebra el segundo sábado de junio este desfile militar con el que se conmemora el cumpleaños oficial de la Reina, si bien Isabel II vino al mundo un 21 de abril. Se espera que la grandiosidad de esta cita regrese en 2022, cuando se ha modificado la fecha para que coincida con los actos centrales del Jubileo de Platino de la Monarca, pero hasta entonces, toca hacerlo en Windsor Castle.
Y allí estuvo la Reina, con la misma ilusión de siempre y pensando en ese Trooping the Colour 2020 que tuvo que hacerse también en esta residencia, donde estuvo tan sola, sí, pero al terminar le esperaba el Duque de Edimburgo. Lamentablemente, el Príncipe Felipe murió el 9 de abril de 2021 a los 99 años. De haber vivido, hubiera cumplido 100 años dos días antes de Trooping the Colour.
De todos modos, en 2021 no estuvo tan sola. La Monarca pidió en su momento a su primo, el Duque de Kent, que le acompañara en Trooping the Colour. El Príncipe Eduardo de Kent, que representa a la Corona con intensidad, aceptó gustosamente y ejerció de acompañante de Isabel II como en Trooping the Colour 2013, cuando el Duque de Edimburgo se recuperaba de una operación. Desde la tribuna colocada para seguir el desfile militar, ambos disfrutaron de un Trooping the Colour en el que no faltaron el Himno Nacional, la música ni tampoco las salvas en honor a la Reina. Al día siguiente, también en Windsor Castle, la Reina recibe al 46 Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a su esposa Jill Biden, de visita en Reino Unido por la Cumbre del G7 en Cornualles.