En mitad de la crisis por el coronavirus, la Casa Real Británica tomó la decisión de trasladar a la Reina Isabel del Palacio de Buckingham hasta su residencia de Windsor como medida de prevención frente al virus. Y es que aunque la Monarca goce de buena salud, también puede sufrir un peligro si se contagia debido a su avanzada edad. Esta decisión se debió al aumento de casos positivos en Londres y lo expuesta que la Reina Isabel está, ya que en el Buckingham Palace trabajan a diario unas 500 personas.
Por ello aunque no se ha conocido por el momento que ninguno de sus empleados sea portador del virus, el 15 de marzo de 2020 la Reina Isabel puso rumbo a Windsor, una residencia mucho más tranquila y sin tantos trabajadores. Sin embargo, su estancia allí ha durado poco, ya que se ha conocido la noticia de que la Monarca ya ha regresado de nuevo al Palacio de Buckingham para continuar cumpliendo con sus deberes reales.
Esta salida pudo deberse entonces tan solo a un descanso de fin de semana, aunque la Reina Isabel no ha vuelto a tener ningún acto público y un portavoz de la Casa Real Británica ha confirmado que "los eventos de la Monarca serán revisados de manera continua siguiendo los consejos apropiados para las circunstancias". De la misma manera, Isabel II ya ha pospuesto dos compromisos reales que tenía previstos , siguiendo así las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país.
Medidas de prevención
El número de casos confirmados en Reino Unido no para de aumentar y por ello los ministros del país ya han advertido que las personas mayores de 70 años se aíslen por un tiempo indefinido para así protegerse de la enfermedad. Este hecho afectaría a varios miembros de la Familia Real Británica, como la Reina Isabel y su consorte, el Duque de Edimburgo o el heredero al trono, el Príncipe Carlos y su esposa, la Duquesa de Cornualles. Cuatro miembros de la Casa Real que ya tienen más de 70 años y por lo tanto son considerados como un grupo de riesgo.
Esta sería una de las medidas que Reino Unido tomaría para intentar frenar la curva de infectados. Aun así, las autoridades británicas han intentado aclarar la situación y han asegurado que no hay ningún problema en que los ancianos reciban visitas de familiares que no presenten ningún síntoma o que salgan a la calle a pasear al perro, aunque se recomienda que lo eviten en gran medida.