Aunque aún falta para sus vacaciones de verano, la Reina irá al lugar en el que tantos recuerdos compartió con su marido.
La Reina Isabel viajará a Balmoral, aunque lo hará fuera de temporada, puesto que acostumbra a ir a este sitio en la época estival. El motivo no es otro que la muerte del Duque de Edimburgo, puesto que quizás haya decidido trasladarse a este lugar que tan felices les hizo para recordarle y rendirle homenaje.
Será una visita bastante discreta a diferencia de otros de los viajes que la familia solía hacer durante sus vacaciones a esta zona de Escocia a la que se trasladaban de agosto a octubre aproximadamente. Y este viaje no tendrá nada de oficial, por lo que no se reunirá con ninguna personalidad importante de la zona, tan solo será un respiro para ella en estos momentos tan complicados en los que está lidiando con la pérdida de su marido, fallecido en abril de 2021. La Reina no se quedará en el castillo en sí, sino en el Craigowan Lodge, un lugar un poco más informal pero que conseguirá que se mantenga lejos de las miradas de los curiosos que visitan esta zona. Fue en este lugar donde siete décadas atrás la pareja disfrutó de parte de su luna de miel, y con los años se ha convertido en un lugar muy importante para toda la familia, lejos de las miradas indiscretas de los turistas visitantes y a tiro de piedra de donde, hace siete décadas, la pareja pasó parte de su luna de miel.
En este viaje se cree que estará acompañada por su sobrina Lady Sarah Chatto, hija de la Princesa Margarita, que es un miembro de su familia con el que tiene muy buen trato. Poco más ha trascendido sobre este viaje, no obstante, para ella será como una forma de reencontrarse con todos los recuerdos que compartió con el Duque de Edimburgo durante tantos años. Sus mejores recuerdos
Fue aquí durante el verano de 2003 donde la Condesa de Wessex les hizo una foto al matrimonio de una manera mucho más natural que como solían ser vistos. En esta estampa aparecen despreocupados, vestidos con ropa informal, disfrutando del paisaje y de la compañía de su familia sin acordarse de sus ocupaciones como miembros de la Familia Real británica. Puede que en esta zona de Escocia la Reina Isabel y su difunto marido fueron más felices que en ningún otro sitio.