Un año más, la Reina Isabel II presidió la inauguración de Ascot 2013, competición hípica que se celebra cada año por estas fechas desde hace tres siglos. Su Majestad llegó entre aplausos de los asistentes en una carroza en la que le acompañaban el Príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles.
Aunque la actividad oficial de las nietas de la Reina es reducida, con el paso del tiempo se está incrementando, y suelen acudir a los actos solemnes y otros eventos a los que asiste cada año la Familia Real Británica, como es el caso de Ascot.
El Duque de Edimburgo, el gran ausente
Por contra, Ascot sigue esperando a los Duques de Cambridge y al Príncipe Harry, que al contrario que sus primas York no parecen tener mucho interés en esta competición, o al menos prefieren dejar protagonismo a otros miembros de la Casa Real.
Pero sin duda el gran ausente ha sido el Duque de Edimburgo, que tradicionalmente acude acompañando a la Reina Isabel II; este año no ha podido acudir en la inauguración, pues aunque se encuentra cerca de Windsor, su convalecencia no le permite asistir a actos por el momento.
Ascot es una cita fundamental tanto en el calendario de la Casa Real como en el de numerosas personalidades. Al espectáculo que ofrecen los caballos se une la elegancia de los asistentes, destacando los atuendos de las señoras que acuden, que deben acudir vestidas a la altura de las circunstancias.