La Familia Real británica está atravesando por un periodo de bastantes turbulencias siendo los protagonistas tanto el Príncipe Andrés como el matrimonio formado por el Príncipe Harry y Meghan Markle. Han sido precisamente estos últimos los que han acaparado toda la atención tras el anuncio de que dejarán de ser considerados Altezas Reales, no representarán a la Corona pero sí que retendrán el Ducado de Sussex.
Sin duda, han sido unos días de mucha incertidumbre en la Casa Real y ha sido la Reina Isabel II la que ha estado al frente de toda esta situación. Fue ella la que organizó una reunión en la que estarían presentes el Príncipe Carlos, el Príncipe Guillermo, el Príncipe Harry y Meghan Markle vía skype para poder hablar sobre la delicada situación. Poco se supo sobre esta reunión pero ha sido el día 18 de enero el escogido para lanzar el comunicado en el que se confirmaba lo que ya se venía sospechando.
Buckingham Palace emitió un doble comunicado en el que se trataban aspectos tan relevantes como "según lo dispuesto en este nuevo acuerdo, entienden que están obligados a retirarse de los compromisos oficiales, incluidos los nombramientos militares. Ya no recibirán fondos públicos para los deberes reales" o " Los Sussex no usarán el tratamiento de Alteza Real, ya que ya no son miembros activos de la Familia Real. El Duque y la Duquesa de Sussex han compartido su deseo de pagar los gastos de renovación de Frogmore Cottage que se utilizaron del Sovereign Grant", entre otras muchas cosas.
Pues bien, no ha hecho falta esperar mucho para poder ver a la Reina Isabel II después de tan destacada situación. Su Majestad llegaba al servicio religioso en Sandringham como viene siendo costumbre en la iglesia de Saint Mary the Virgin, en el condado de Norfolk. Sin duda, el rostro de la Reina transmite una tranquilidad absoluta e, incluso, ha sido fotografiada sonriendo al salir del coche.
Acompañada por su hijo
Hasta el lugar y acompañando a la Reina Isabel II también se ha desplazado el Príncipe Andrés, quien le ha hecho pasar unos días de lo más complicados a su madre y, por lo que parece, seguirá sucediendo por un tiempo. El Duque de York fue apartado de los actos públicos en noviembre de 2019 a raíz de su supuesta implicación en el turbulento Caso Epstein. Además, tampoco tendrá celebración oficial de su 60 cumpleaños en febrero de 2020. Sin duda, no han sido tiempos fáciles para la Reina Isabel II que ha visto empañados sus últimos años de vida.