Además de estar presente en los actos celebrados por el Día del Armisticio, una jornada que conmemora el final de la Primera Guerra Mundial y se recuerdan a los caídos en la lucha y que ha supuesto la primera reunión oficial de la Familia Real Británica desde el comienzo de la pandemia por la Covid19, la Reina también ha visitado la tumba del Guerrero Desconocido.
Con una pequeña ceremonia muy privada y cumpliendo todas las medidas de seguridad, la Monarca británica ha acudido a la Abadía de Westminster para honrar al Guerrero Desconocido cuando se cumplen 100 años desde que fuera enterrado allí ese guerrero de identidad desconocida que se ha convertido en un símbolo para el país.
Día del Armisticio con estricta distancia de seguridad
Asimismo, este acto ha supuesto una gran noticia para la Reina, que ha sido la primera vez que ha lucido en un acto público la mascarilla. Una mascarilla negra, cumpliendo con el riguroso día de luto, que tenía un pequeño adorno blanco a su alrededor y que luego no lució en el balcón de la sede del Ministerio de Exteriores, donde la Familia Real se ha distribuido por los diferentes balcones para cumplir con la distancia de seguridad entre ellos.