La Casa Real Británica está en jaque a consecuencia de la salud de la Reina Isabel, que ha causado que haya sido baja no solo en la Misa de Navidad en Sandringham, sino también en la Misa de Año Nuevo, servicio religioso al que acude cada año sin falta.
" Su Majestad no acudirá al culto del domingo en Sandringham. La soberana aún no se siente lista para ir a la iglesia ya que todavía se está recuperando de un fuerte resfriado", informó Buckingham Palace para acallar los rumores. Ya en Navidad hubo que comunicar que la misa se realizaría sin la Monarca.
La enfermedad le sobrevino antes de Nochebuena. Es costumbre que antes del 24 de diciembre, la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo viajen a su casa de campo en Sandringham para pasar las fiestas. Sin embargo, el fuerte resfriado de ambos retrasó su partida y motivó que fueran hasta Norfolf en helicóptero.
El Duque de Edimburgo ya está bien
A sus 95 años, el Príncipe Felipe tiene una salud de hierro, y se ha recuperado antes que su esposa, que sigue batallando contra la enfermedad. De hecho, ha acudido tanto a la Misa de Navidad, como a la de Año Nuevo, siendo uno de los más esperados en la Iglesia de St. Mary Magdalene de Sandringham.
Mientras tanto, se espera que pronto sea Isabel II la que se deje ver en público ya plenamente recuperada y en plenas facultades para calmar a una ciudadanía preocupada por el bienestar de su Jefa del Estado, que con casi 91 años, puede presumir de contar con una salud de primera.