Los actos centrales del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II ya han terminado; tras cuatro días de patrióticas y espectaculares festejos las aguas volvieron a su cauce, sin embargo las celebraciones por los 60 años en el Trono de la Reina no han terminado.
La última de ellas ha tenido lugar en East Midlands, lugar al que se ha desplazado la Reina Isabel, que ha elegido como acompañantes a los Duques de Cambridge debido a que el Príncipe Felipe todavía no participa en actos oficiales debido a la infección de orina que le llevó al hospital, del que salió el sábado pasado.
La complicidad de los Duques de Cambridge
A las 10:00 horas desembarcaban en Nottingham en tren, donde fueron recibidos por 35.000 personas que vitorearon a la Reina y los Duques mientras agitaban banderas británicas. Los tres salieron al balcón del ayuntamiento para saludar y escuchar el himno nacional, que fue cantado por los Duques de Cambridge, mientras que Su Majestad mantuvo silencio y sonrió al final.
Los tres fueron saludados y aclamados por la multitud, a quien el Príncipe Guillermo dedicó unas palabras en las que hizo referencia a su abuelo, el Duque de Edimburgo, y alabó a su abuela, con quien tuvo numerosos gestos de complicidad a lo largo del día. Por su parte, la Duquesa de Cambridge acaparó todas las miradas y se llevó los elogios de numerosos ciudadanos.
Cabe señalar que pese a que la Reina suele mostrarse seria, en esta ocasión se le vio sonreír en numerosas ocasiones junto a su nieto y la esposa de este, con los que tiene una excelente relación; asimismo, los Duques de Cambridge volvieron a dar muestras de su buena sintonía en este acto, donde no pararon de bromear y sonreír.