Hace tres años, Reino Unido celebró con su Reina los 60 años en el Trono de Isabel II con innumerables festejos enmarcados en el Jubileo de Diamante. La Monarca se convirtió en Jefa del Estado tras el fallecimiento de su padre, el Rey Jorge VI, que murió el 6 de febrero de 1952 a los 56 años, y desde entonces ha estado al pie del cañón.
Así, Elizabeth Windsor sigue sin pensar en abdicar, y no solo porque quiera morir con las botas puestas siguiendo la costumbre de la Casa Real Británica, sino porque se encuentra bien de salud y de ánimo y se ve tan cerca de superar a su tatarabuela que no va a perder la oportunidad de pasar a la historia como la mujer que más años reinó en Gran Bretaña y el resto de territorios de los que es Jefa del Estado.
Una gran familia para dos reinas añejas
La Reina Isabel es madre de cuatro hijos, tiene 8 nietos y cuatro bisnietos que en abril serán cinco. Las dos han vivido grandes avatares históricos desde primera fila, teniendo la suerte de no tener que enfrentarse a las dos guerras mundiales que asolaron su país. En el caso de Isabel II, sufrió la II Guerra Mundial cuando era una adolescente, aunque la responsabilidad recayó en su padre, Jorge VI, a quien el peso del conflicto le fue mermando paulatinamente.
Ahora mismo la ganadora del duelo es la tatarabuela, pero si no ocurre ninguna desgracia, y viendo la genética por línea materna y la salud con la que cuenta Isabel II, todo apunta a que la Monarca conseguirá llevarse el récord el próximo 9 de septiembre. Lo que ya tiene es ser la Reina en ejercicio más anciana de mundo, ya que la muerte del Rey de Arabia Saudí Abdalá bin Abdulaziz el pasado enero a los 90 años le ha dejado sin rival.