Desde el comienzo de la pandemia por el coronavirus, la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo se han refugiado en el Castillo de Windsor. Ese es el sitio más seguro para que la Monarca y su esposo estén protegidos. De hecho han renunciado a cumplir con una de sus tradiciones navideñas como es pasar las fiestas con la familia en Sandringham.
"Considerando todos los consejos, la Reina y el Duque de Edimburgo han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor ", señaló un portavoz de Buckingham Palace confirmando que el matrimonio permancerá en el Castillo, donde han pasado los dos confinamientos decretados por el Gobierno de Reino Unido, rompiendo así con una tradición que han cumplido en las tres últimas décadas.
Debido a su avanzada edad, la Reina y el Príncipe Felipe están muy protegidos y vigilados de cerca por sus médicos. De hecho, el hecho de estar los diferentes miembros de la Familia Real separados ha evitado sustos cuando el Príncipe Carlos dio positivo en coronavirus y más tarde cuando el contagiado fue su hijo el Príncipe Guillermo.
Se baraja también vacunas a los Príncipes Carlos y Guillermo
Precisamente han sido esos facultativos los que han dado el visto bueno y han recomendado que Isabel II y el Duque de Edimburgo reciban la vacuna del coronavirus desarrollada por Pfizer. Los británicos comenzarán a ser vacunados en los próximos días y, dado que ellos son personas de más de 80 años, será de los primeros en vacunarse.
Además, desde Buckingham Palace han informado de que, cuando ambos sean vacunados, lo darán a conocer. Una comunicación que esperan que sirva para animar al resto de británicos a acudir a los centros sanitarios a ponerse la vacuna para luchar contra el virus y no tengan miedo a la misma. Es más, los medios británicos también especulan con la posibilidad de que se vacune al Príncipe Carlos y el Príncipe Guillermo con ese mismo propósito aunque no quieren que los miembros de la Familia Real tengan privilegios sobre el resto de ciudadanos en este sentido.