La Reina Isabel ha sido fotografiada días después del incidente protagonizado por su consorte conduciendo su propio vehículo y sin llevar tampoco el cinturón de seguridad. Podría tratarse de un descuido, pero en este caso no es así. Tal y como revela 'The Sun' tras ponerse en contacto con la compañía Jaguar Land Rover, "se dio instrucciones de que las alarmas de seguridad fueran desactivadas en los vehículos de la Reina y el Duque de Edimburgo".
Un descubrimiento que ha levantado un gran revuelo en Reino Unido, ya que tal y como aseguran expertos en seguridad vial consultados por el citado medios: "Las alarmas del cinturón de seguridad son vitales para que las personas recuerden ponérselo. Es importante porque salvan vidas. Aparte, están obligados a usarlos por ley y no hacerlo puede acarrear una multa considerable".
Las piezas del coche accidentado, a subasta
Se trata de las piezas que quedaron sobre la calzada después de la colisión y que, según su vendedor: "Podrían contener restos del ADN del Príncipe Felipe". Bromas aparte, el usuario se encarga de reiterar de que no busca enriquecerse con esta curiosa venta: "Lo hago solo para divertirme y los beneficios irán destinados a la investigación contra el cáncer".