Pese a que en los últimos tiempos la Reina Isabel ha estado en el punto de mira por su relación con su nieto el Príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, ahora la polémica ha conseguido generarla ella solita, y es que lo que ha ocurrido ha demostrado que dentro de la realeza disfrutan de muchísimos privilegios, algo de lo que no puede presumir el resto de la sociedad.
La Reina de Inglaterra se ha visto beneficiada después de que se haya opuesto a aplicar en sus propiedades escocesas - entre las que se encuentra Balmoral, lugar donde disfruta de sus vacaciones- una medida clave en la lucha contra el cambio climático. El Gobierno escocés aprobó una ley hace meses, pero no ha dudado en hacer una excepción con ella a pesar de que supusiera un perjuicio para el medio ambiente. Este hecho había pasado desapercibido, hasta que ahora ha llegado a los medios que la Reina Isabel está exenta de cumplir esta ley.
Los abogados de la Reina presionaron en secreto a ministros escoceses para que cambiaran un proyecto de ley y eximieran sus terrenos privados de una importante iniciativa para reducir las emisiones de carbono, según se ha podido conocer a través de unos documentos que han sido publicados recientemente. Por lo que la Reina Isabel, una de las mayores propietarias de tierras en Escocia, se libra de cumplir con la ley siendo la única persona de la región que no está obligada a facilitar la construcción de canalizaciones para calentar los edificios con energías renovables.
Y ella pudo conocer lo que iba a aprobarse por un procedimiento parlamentario conocido como 'consentimiento de la reina', que permite a la monarca ver por adelantado la legislación, y esta costumbre existe desde aproximadamente el año 1700. El medio The Guardian ha revelado cómo la Monarquía utilizó tener acceso a los proyectos de ley de forma privilegiada entre finales de la década de 1960 y 1980 para presionar a los ministros para que cambiaran la legislación del Reino Unido en beneficio de sus intereses privados.
La historia de repite
Y esta no es la primera vez que utiliza su estatus para librase de algo, el medio The Guardian publicó que, también a través de sus abogados, había presionado al Gobierno para que cambiara la ley que le permitía no desvelar su fortuna.