La desafortunada reacción del Príncipe Harry
Se dice también que Angela Kelly, modista personal de la Reina Isabel y una de las personas de su máxima confianza, vetó la presencia de Meghan Markle y de su peluquero en Buckingham Palace para probarse la tiara que llevaría en su boda. Se entiende que ella sería una de esas personas de la llamada vieja guardia a los que no les gustaba Meghan Markle y por tanto querían complicarle la vida en la medida de lo posible.
Sin embargo, ha habido unas matizaciones que una fuente cercana a Buckingham Palace ha dado a Daily Mail en el que se explica lo que pasó y lo que provocó después. Meghan Markle exigió probarse la tiara con su peinado aprovechando que su peluquero estaba en Londres, pero no pidió una cita por Angela Kelly y simplemente quería tener la tiara en ese momento.
Lo que para Angela Kelly era seguir las reglas de Buckingham Palace, para el Príncipe Harry y Meghan Markle fue un desaire. El Duque de Sussex se encargó de que se supiera que estaba muy enfadado porque su entonces prometida no había tenido lo que quería. Pero el Príncipe Harry cometió el error de utilizar un lenguaje inadecuado hacia Angela Kelly, que no solo es una trabajadora de la máxima confianza a nivel profesional, sino que es una persona muy cercana a la Reina.
Cuando Angela Kelly se enteró de las palabras del Príncipe Harry sobre ella lo puso en conocimiento de la Monarca. La Reina llamó a su nieto y en una reunión privada le echó la bronca por su comportamiento y por sus palabras. Así, no como abuela, sino como Reina, le puso en su sitio y le advirtió que no podía consentir ese tipo de reacciones.