La Reina Isabel tuvo una relación cercana y a la vez complicada con su única hermana. Ambas estuvieron muy unidas en los duros momentos que tuvieron que vivir durante la II Guerra Mundial o tras la muerte de su padre, el Rey Jorge VI. Sin embargo, las distintas responsabilidades que tuvieron que afrontar desde su juventud, la divergencia de sus caracteres y sobre todo la negativa de Isabel II al matrimonio de su hermana con Peter Townsend por estar él divorciado, fueron focos de tensiones para las Windsor.
Con el paso de los años lograron acercarse, separándose también por la vida disoluta y los escándalos de la Princesa Margarita, pero hay algo que se ha mantenido en el tiempo: el profundo amor que la Reina siente por los hijos que su hermana tuvo con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, su marido entre 1960 y 1978.
Los Armstrong-Jones, en Balmoral
La Princesa Margarita y Antony Armstrong-Jones tuvieron dos hijos, David y Sarah, que también adoran a su tía y tienen una relación cercana con sus primos y sobrinos. Y para muestra, no hay más que ver que David Armstrong-Jones y su familia han acompañado a la Reina Isabel a la misa del domingo a Crathie Kirk, templo cercano a Balmoral.
Aunque el otoño ha llegado, la Monarca sigue instalada en su residencia de verano en Escocia. Allí sigue adelante con sus labores como Jefa del Estado y recibe a diferentes miembros de su familia. Tras el paso de sus hijos y casi todos sus nietos y bisnietos, ha llegado el momento de que lleguen sus sobrinos.
Así, de camino al cercano Crathie Kirk, se pudo ver a David Armstrong-Jones, Conde de Snowdon, y a sus dos hijos, Charles Armstrong-Jones, Vizconde Linley, y Lady Margarita Armstrong-Jones. Dos de los cuatro nietos de la Princesa Margarita, poco acostumbrados a aparecer públicamente, se mostraron muy sonrientes rumbo al servicio religioso con su padre y su tía abuela.