Como es costumbre cuando se acerca agosto, la Reina Isabel se ha traslado al castillo de Balmoral para pasar sus vacaciones en plena naturaleza con las temperaturas templadas que ofrece Aberdeenshire en esta época del año. Es una tradición impuesta en tiempos de la Reina Victoria que toda la familia real inglesa acuda a este lugar para pasar el verano. También es habitual, como ha vuelto a ocurrir este año, que el castillo esté abierto al público todavía, por lo que la Reina se encuentra descansando en una mansión próxima, hasta que su residencia de verano esté lista para ella.
Seguramente la Reina Isabel no se encuentre sola en estos días de descanso. En los próximos días se espera la llegada de los Duques de Cambridge, pues los Príncipes Jorge, Carlota y Luis, bisnietos de la reina, siempre han disfrutado mucho de las oportunidades que ofrece este castillo escocés. Algunas de las prácticas que realizan son paseos a pie, a caballo, barbacoas al aire libre, pesca, caza o paseos en bicicleta por la montaña.
Una afición de Kate Middleton es retratar a toda su familia, unida, y el Príncipe Guillermo se encuentra también enamorado del lugar. Sin embargo, no todas son buenas noticias para él en este paraíso, y es que se encontraba veraneando aquí cuando se enteró de la muerte de su madre. De todas maneras, de Escocia guarda grandes recuerdos, pues fue allí cuando en su época de universitario conoció a la que hoy es su esposa.
Un año duro para la Reina
La Reina Isabel se merece sin duda estas vacaciones, aunque son las primeras que pasará sola, sin compañía de su esposo, el Duque de Edimburgo, que tristemente falleció en abril. Igualmente, querrá dejar de lado todos los problemas que está teniendo la Reina con los Duques de Sussex que hace unos meses acusaron de racismo a la Casa Real en un conocido programa de la televisión estadounidense. A pesar de ello, la Reina Isabel se ha encargado de añadir a la línea sucesoria a la segunda hija de los Duques de Sussex como marca el derecho sucesorio.