Reino Unido ha dado por finalizados los actos centrales del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II con los esplendorosos eventos del martes, tras los cuales Su Majestad se dirigió a la nación en un discurso televisado desde Buckingham Palace en el que mostró su agradecimiento al pueblo británico y a toda la Commonwealth.
La Reina de Inglaterra señaló que todo lo acontecido había sido una experiencia de humildad, y que se sentía conmovida por haber visto a tantos ciudadanos disfrutar de unos fastos que han estado rodeados "de una atmósfera tan feliz".
Posteriormente ha querido ofrecer tanto su agradecimiento como el del Príncipe Felipe a todos aquellos que han participado en la organización de las celebraciones jubilares, apuntando a que ha sido un reto importante que ha costado mucho trabajo.
Finalmente, la Monarca ha agregado que espera que todo lo acontecido se atesorará como un buen recuerdo durante muchos años; asimismo, Su Majestad afirmó que seguirá obteniendo inspiración de los gestos que le ha mostrado tanto Reino Unido como toda la Commonwealth, cerrando el discurso con un "gracias a todos".
Los actos finales del Jubileo de Diamante
El martes tuvieron lugar los actos que cerraron los festejos principales del Jubileo de Diamante. La jornada comenzó con una misa de Acción de Gracias en la Catedral de St Paul de Londres a la que asistió la Familia Real Británica casi al completo, donde se hizo especial referencia a los 60 años en el Trono que ha cumplido la Reina Isabel II.
Allí, el arzobispo de Canterbury glosó la figura de la Reina, de quien destacó su marcado compromiso desde su juventud y recordó la ausencia del Duque de Edimburgo, que no pudo asistir a los actos debido a que se encuentra hospitalizado por una infección de vejiga, lo que provocó "tristeza y decepción" en el Príncipe, leal consorte de Isabel II.
A pesar de que la Reina no contó con la presencia del Príncipe Felipe, sí estuvieron el Príncipe Carlos, la Duquesa de Cornualles, los Duques de Cambridge, el Príncipe Harry, el Duque de York, las Princesas Beatriz y Eugenia, los Condes de Wessex, Lady Louise Windsor, la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence, así como Peter Phillips y Autumn Kelly, y Zara Phillips y Mike Tindall, entre otros miembros de la Familia Real.
Finalizado el acto, la Monarca, con su inconfundible estilo monocolor, se desplazó a Mansion House para una recepción con David Wootton, Lord Mayor de Londres, y su esposa, en la que participaron 250 personas. La segunda de las recepciones tuvo lugar en Guildhall, donde estaban invitadas las personas que habían asistido a la misa, por lo que la cifra de asistentes fue de más de 2.000.
El pueblo británico se vuelca con la Familia Real
Tras la recepción, los miembros principales de la Casa Real, es decir, la Reina, el Príncipe de Gales, la Duquesa de Cornualles, los Duques de Cambridge y el Príncipe Enrique pusieron rumbo a Westminster Hall para el almuerzo del Jubileo. Junto a 700 personas degustaron exquisita gastronomía británica mientras sonaba música de la Orquesta Nacional de la Infancia.
El almuerzo no cerró los actos del día, pues la pompa y el boato que rigió el Jubileo marcó que Isabel II, su hijo, nuera y nietos realizaran un desfile de carruajes hasta el Palacio de Buckingham, última parada del día. De este modo, la Reina, Carlos y Camilla tomaron asiento en una carroza, mientras que Guillermo y Catalina y el Príncipe Enrique lo hicieron en otra. Todos ellos tuvieron la oportunidad de saludar a un pueblo entregado que no paró de vitorear a los Windsor.
Al llegar a Buckingham, Isabel II y posteriormente el resto de los presentes salieron al balcón de palacio para saludar a los ciudadanos presentes, que no dudaron en demostrar el fervor que sienten hacia su país, su bandera, su himno y su Familia Real, que ha alcanzado grandes niveles de popularidad. Desde lo alto contemplaron el espectáculo aéreo que cerró los brillantes y majestuosos actos centrales del Jubileo de Diamante.