Abu Dabi puede parecer un paraíso, pero solo para unas semanas. Es lo que espera pasar allí el Rey Emérito, que según 'Viva la vida' tendría ya pensado volver a España el 10 de septiembre de 2020, es decir, tan solo un mes después de haber abandonado su país por sus escándalos financieros.
Lo que sí parece seguro es que Juan Carlos de Borbón no tiene pensando permanecer fuera de España para siempre. Abu Dabi puede estar bien para unas semanas, pero no para siempre. Se especula además que podría instalarse en República Dominicana cuando acabe la temporada de huracanes, aunque todo son habladurías, con mayor o menor consistencia. En ese sentido, el tiempo lo dirá, y lo más seguro es que el Rey Juan Carlos vuelva a España en algún momento. Ese es al menos su deseo, otra cosa es que se le permita cumplirlo.
No quería desvelar su destino
Por otro lado, y aunque se ha criticado que no haya habido transparencia con el destino del Rey Juan Carlos, hay motivos por los que el anterior Jefe del Estado quiso mantener en secreto el máximo tiempo posible su paradero. No quedó bien y ha sido otro lastre para la Corona, pero Juan Carlos de Borbón siente que no tiene por qué explicar dónde se encuentra. Como señala ABC, el motivo es que el Rey Juan Carlos se retiró de los actos oficiales y se eliminó su asignación. No recibe dinero del presupuesto que se destina a la Corona, y por tanto cree que no debe rendir cuentas a ese respecto. El planteamiento no puede ser más erróneo ni más equivocado, pero todavía hay quien piensa que hace lo correcto. Ellos sabrán. El legado de Juan Carlos I ya está destruido, pero todavía debería pensar esa máxima dentro de las Monarquías: lo importante no es la persona, sino la dinastía. Es decir, lo importante no es Juan Carlos de Borbón, sino la Monarquía. Felipe VI sigue reinando y su reinado y el futuro de la Institución deberían preocupar al Rey Juan Carlos.
De todos modos, dentro de los que le defienden argumentan que si se desvelara el destino exacto y este fuera relativamente accesible, se produciría un circo mediático que provocaría su marcha del lugar en el que estuviera. Por otro lado, el Rey Juan Carlos tiene como escoltas a cuatro guardias civiles, un equipo más que de sobra cuando no trasciende el lugar en el que se encuentra, pero insuficiente si todo el mundo sabe dónde está. Estos son sus motivos. Que todo el mundo lo entienda es otra historia.