Desde que el 3 de agosto de 2020 Casa Real anunció la salida de España del Rey Juan Carlos, que partía al exilio 72 años después de pisar por primera vez el país en el que reinó entre 1975 y 2014, todo han sido rumores. Una vez despejada la incógnita sobre el lugar en el que se había instalado, Abu Dabi, comenzaron las habladurías sobre cuándo se produciría su regreso. Se iban dando fechas y más fechas por parte de periodistas y amigos. Otros, como Pilar Eyre, señalaron que no volvería salvo al final.
Y después de tantos avisos de llegada falsos, comenzó la operación para ir avisando del regreso. Sucedió cuando Casa Real informó sobre una llamada telefónica entre el Rey Felipe y el Rey Juan Carlos que tuvo lugar el domingo 15 de mayo de 2022. Don Felipe había viajado a Abu Dabi para dar el pésame por el fallecimiento del Jeque Jalifa Bin Zayed al Nahyan. Padre e hijo no se vieron, pero hablaron por teléfono y acordaron que se verían personalmente en Madrid cuando Juan Carlos de Borbón regresara a España.
A partir de ahí todo fue imparable. El Rey Juan Carlos cumplía lo que dijo en la carta remitida a Felipe VI y que Casa Real convirtió en comunicado una vez que se archivaron las investigaciones contra Juan Carlos de Borbón. Se quedaba en Abu Dabi, pero volvería a España de visita. Dos meses y medio después de ese comunicado, el Rey Juan Carlos iba a pisar suelo español, pero no se quedaría en La Zarzuela, sino que iba a viajar al lugar en el que más cómodo se ha sentido en sus últimos años en España: Sanxenxo.
El Rey Juan Carlos ama la vela, un refugio para esos años de problemas de todo tipo, incluidos los de salud, y que solo le ha dado alegrías. En concreto, participa en la regata InterRías del circuito Copa España 2022 de clase 6mR en la citada localidad gallega. Esta ha sido la excusa para volver por unos días, cuatro, para ser exactos. La visita comenzó el jueves 19 de mayo de 2022 tras un largo viaje. Pasadas las 11:00 horas, Juan Carlos de Borbón había despegado desde Emiratos en un avión privado.
Hacia las 19:00 horas el avión aterrizaba en el aeropuerto Vigo-Peinador, donde la seguridad era máxima, al igual que la expectación. El que fuera Rey de España bajó del avión y tras recibir el saludo de los allí presentes dejó para el final el de una de las personas más especiales de su vida: la Infanta Elena. Padre e hija se fundieron en un abrazo al que Doña Elena sumó una reverencia. La Duquesa de Lugo había volado desde Madrid en un vuelo regular y había aterrizado un par de horas antes, esperando en la sala de autoridades hasta que llegara su padre.
La cobertura mediática era enorme y por tanto se pudieron tomar imágenes del Rey Juan Carlos en el aeropuerto, así como de su llegada en coche a la casa en la que se alojaba entre el 19 y el 23 de mayo de 2022. Se trata del domicilio de Pedro Campos y su esposa, encantados de acoger, como hacían antes del exilio, a su buen amigo Juan Carlos. El armador condujo desde el aeropuerto de Vigo hasta Nanín, Sanxenxo. A su llegada al recinto, el Rey Juan Carlos saludó a la prensa y ciudadanos congregados mientras la esposa de Pedro Campos grababa con su móvil.
Hubo aplausos y vítores para el Rey Juan Carlos, muchos. Puede que haya quien en Sanxenxo esté en desacuerdo con esta visita, no así el alcalde de esta localidad pontevedresa, que expresó públicamente su alegría por el viaje del Rey Emérito, pero lo que le llegó a Juan Carlos I fue el cariño de toda esa gente. No son los únicos. Ha habido políticos, periodistas y otros muchos ciudadanos a lo largo y ancho de España que están felices con el regreso del Rey Juan Carlos, del que destacan todo lo bueno que hizo en su reinado y del que dicen que no debería haberse marchado nunca.
Por otro lado están los críticos. Nuevamente políticos, periodistas y ciudadanos a lo largo y ancho de España que critican este regreso. Unos al calificarle como tóxico para la Casa Real, para el reinado de Felipe VI, otros por recordar que aunque las causas han sido archivadas, se ha acreditado que cometió delitos y que le queda pendiente la demanda de Corinna por acoso. Vergüenza o bochorno dicen algunos, que no entienden los aplausos y los vítores.
Un regreso que trae tensión a Casa Real
Y luego está la Casa Real. El lunes 23 de mayo de 2022 se producirá el primer encuentro entre el Rey Felipe y el Rey Juan Carlos en dos años. Así lo confirmó La Zarzuela en un comunicado que señaló lo siguiente: "Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha trasladado a la Casa de Su Majestad el Rey su deseo de que haga pública su decisión de desplazarse a España a partir de mañana día 19 hasta el próximo lunes día 23 de mayo. Don Juan Carlos tiene previsto permanecer durante esas fechas en la localidad gallega de Sanxenxo, y el lunes 23 viajar a Madrid, para estar con Su Majestad el Rey, con Su Majestad la Reina Doña Sofía y demás miembros de su familia en el Palacio de La Zarzuela. Ese mismo día, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos emprenderá viaje de regreso a Abu Dhabi, donde ha fijado su residencia de forma permanente y estable".
Así, ese lunes habrá reencuentro con los familiares cercanos que no le han visitado en Abu Dabi. Estará con el Rey Felipe, al que tiene muchas ganas de volver a ver, y la Reina Sofía, que regresa de su viaje a Miami a tiempo para su reencuentro. Nada se ha dicho de la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Si bien es probable que las nietas puedan estar, porque para eso son sus nietas, Doña Letizia no tiene por qué ver cara a cara a su suegro. Otra cosa es que quiera hacerlo por Don Felipe, que para eso es su padre. Eso ya son cuestiones familiares que a ellos le atañen.
Pero en la Familia Real, en la Casa Real, lo afectivo y lo familiar se une y se confunde con lo oficial, con lo institucional. Y así, mientras unos aplauden y otros critican, el regreso del Rey Juan Carlos sirve para polarizar y para colocar a la Monarquía en el centro. Nada de esto beneficia. Lo que quiere o debería querer Casa Real es que el Rey Juan Carlos tenga un perfil lo más bajo posible, y esta visita no tiene nada de discreta. Una polarización con relación a la Corona es algo malo, muy malo para la Monarquía, para el reinado de Felipe VI, el Monarca que lucha desde el 19 de junio de 2014 por salvar la Monarquía, por proteger la Corona para él, para su hija y para los que vendrán. Para Casa Real, una visita y más tan promocionada y mediática, solo genera tensión.