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La Reina Letizia no es especialmente una amante de la moda, pero sabe vestirse bien, es elegante, entiende la importancia de la industria y la apoya, sobre todo cuando se trata de moda española. Lo único que no le hace gracia, como le ocurre a las demás royals, que es su trabajo quede eclipsado por sus looks. De todos modos, la Reina ha ido consiguiendo que se hable de lo que lleva, pero también de lo que hace.
Así ha ocurrido durante un acto oficial muy poco habitual para Doña Letizia. La Reina se desplazó en la mañana del viernes 11 de marzo de 2022 al Pabellón 14.1 del Recinto Ferial de IFEMA Madrid para disfrutar de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. No es habitual que Doña Letizia acuda a la pasarela madrileña, de hecho solo lo había hecho una vez, en 2010, cuando era Princesa de Asturias, por lo que ha llamado mucho la atención su presencia en la MBFW de Madrid.
Un día en la MBFW
Pero Doña Letizia no se limitó ver moda, sino que comenzó su paso por IFEMA presidiendo la reunión de trabajo con el Comité de Moda de la Pasarela. En ella intervino el director general de IFEMA MADRID, Eduardo López-Puertas y se produjeron los 'Diálogos sobre la Moda Española'. Además, se mostró un vídeo del 75º aniversario de la Madrid Fashion Week y se habló sobre Internacionalización, Innovación y Digitalización, Sostenibilidad y Emprendimiento, Conocimiento y Divulgación.
Finalizada esta reunión, Doña Letizia recorrió la Pasarela. Habló con patrocinadores, con diseñadores como Palomo Spain, con el que se le vio compartir una charla, pasó por el backstage, donde comprobó el trabajo que hay detrás antes de que comience un desfile y descubrió el talento de los 15 diseñadores que optan al Premio Allianz EGO Confidence in Fashion, con los que se vio en la Kissing Room.
En cuanto al look elegido por la Reina Letizia para su visita a la MBFW, apostó todo al blanco tras haberlo hecho al negro el día anterior en el XX Concierto 'In Memoriam' Víctimas del Terrorismo. Su look estuvo compuesto por una blusa de cuello redondo con falda con aberturas todo ello en blanco. Los salones en tonos marrones eran de Magrit, una de sus marcas favoritas. Una combinación perfecta para un acto muy especial.