Al día siguiente llegó el momento de volver a ver a los Sussex en un acto oficial. Hacia las 12:00 horas en España, las 11:00 horas en Reino Unido, comenzaron a llegar los familiares de la Reina Isabel que no forman parte de la Casa Real Británica. Poco después lo hicieron los que sí, mezclados con los que no pero están más arriba en la línea sucesoria. Eso hizo que la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence y los Condes de Wessex y sus hijos entraran antes que la Princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi y que la Princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank.
Y entonces llegó el momento más esperado. A las 12:05 horas aparecían el Príncipe Harry y Meghan Markle, aplaudidos por unos y no tanto por otros. Ambos estaban contentos de estar allí, aunque la cara del Duque de Sussex reflejaba más tensión que la de la Duquesa de Sussex, que fue todo sonrisas y que resplandeció con un abrigo-vestido un sombrero de ala ancha y zapatos a juego muy al estilo de las mujeres de la Familia Real Británica.
Tras los saludos subieron las escaleras de la Catedral de St Paul y caminaron hasta el lugar que tenían reservado en la segunda fila de uno de los lados. El Príncipe Harry tenía a su derecha a Jack Brooksbank, que estaba colocado con la Princesa Eugenia de York, la prima favorita del Duque de Sussex, mientras que Meghan Markle tenía a su lado a Lady Sarah Chatto, hija de la Princesa Margarita, con la que estuvo charlando cordialmente. Con los que no pudieron confraternizar, al menos en ese momento, fue ni con el Príncipe Carlos y Camilla Parker ni con el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, que estaban sentados al otro lado. Se les vio muy cordiales también con sus primos Peter y Zara Phillips, así como con el esposo de esta, Mike Tindall, y con el otro hijo de la Princesa Margarita, el Conde de Snowdon.
La gran ausencia de la Reina Isabel
Este Servicio de Acción de Gracias al que asistieron los adultos de la Familia Real Británica en pleno salvo el Príncipe Andrés, que había dado positivo en coronavirus, y la Reina Isabel, que canceló su presencia tras las molestias que sintió después de un primer intenso día de celebraciones estuvo oficiado por el Arzobispo de York, que sustituyó al de Canterbury al haber dado positivo. Tras el oficio, la Familia Real se trasladó a Guildhall para disfrutar de una recepción ofrecida por el alcalde de Londres con la que se cierran los actos en el segundo día de festejos por el Jubileo de Platino de la Reina Isabel.
Al día siguiente los Duques de Sussex celebran en Frogmore Cottage el primer cumpleaños de su hija Lilibet Diana, un acontecimiento privado en el que la Reina y otros miembros de la Familia Real Británica están invitados. La Monarca se empeñó en tener a los Sussex estos días en suelo británico y lo consiguió una vez que se garantizó una máxima protección para el Príncipe Harry y Meghan Markle y sus hijos. Tanto es así que al aterrizar en el aeropuerto de Farnborough, al que llegaron en vuelo privado desde California, fueron recibidos por agentes de seguridad de Isabel II y trasladados en vehículos blindados hasta Frogmore Cottage, el que sigue siendo su hogar en Reino Unido pese a todo.