Los Duques de Cambridge han prohibido a sus hijos que se griten. Como señala The Sun, gritar no está permitido en su casa. Aunque una cosa es prohibir algo y otra que se respete, algo que no siempre se hace. Por eso, cuando ocurre, porque sí, ocurre, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton no optan por un típico castigo, sino que tienen otro método.
Una posible mudanza
Los Duques de Cambridge han creado un hogar en Kensington Palace, si bien se sienten más libres en Anmer Hall. Sin embargo, ese lugar era práctico cuando el Duque de Cambridge ejercía como piloto de búsqueda y rescate, y no cuando tanto él como Kate Middleton sirven a la Corona a tiempo completo, lo que les llevó a mudarse a Londres y a tener Anmer Hall para las vacaciones.
Sin embargo, sea debido a que a la Reina Isabel no le hace demasiada gracia tantos viajes con dos de los herederos juntos, o sea porque pilla algo lejos y les gustaría poder disfrutar de una vida alejada de Londres, pero no demasiado, los Duques de Cambridge consideran una mudanza.
El lugar elegido sería Fort Belvedere, una residencia real a la que podrían darle una nueva y mejor historia debido a que allí fue donde se mudó en 1929 el entonces Príncipe de Gales. Allí fue también donde ya siendo Rey Eduardo VIII firmó la abdicación en 1936, lo que provocó la mayor crisis de la Monarquía en tiempos modernos, dando paso al reinado de su hermano, Jorge VI, padre de la Reina Isabel.
Y es precisamente esta una forma de estar más cerca de la Monarca, que ya está permanentemente instalada en Windsor Castle la mayor parte del tiempo. También les acercaría a los Middleton, que residen en Bucklebury, por lo que parece una opción ideal que se anunciaría cuando fuera oficial.