El hijo menor de la Reina Isabel, Eduardo de Inglaterra, ha cumplido 55 años, y por ello, su madre ha querido que tuviese un regalo digno de royal. La Monarca ha concedido al Príncipe Eduardo el título nobiliario de Conde de Forfar además del que ya poseía como Conde de Wessex.
El benjamín y su mujer, Sophie Rhys-Jones, serán a partir de ahora Condes de Forfar, siempre que se encuentren en Escocia. Este regalo honorífico ha sido muy especial para el cumpleañero, ya que guarda un estrecho vínculo con esta región por su actividad institucional como miembro de la Casa Real Británica.
¿Por qué Conde y no Duque?
Aunque se podría esperar que el próximo título del Conde de Wessex fuese el de Duque, al igual que lo son su padre, hermanos y sobrinos, no ha sido el caso. Tampoco lo fue cuando se casó con su esposa tal y como debería haber sido por tradición. Sin embargo, en su momento se explicó que obtendrá este título cuando su padre, el actual Duque de Edimburgo, muera.
Eduardo de Inglaterra no heredaría el título de forma inmediata, ya que tendría que ser el Príncipe Carlos el primero que obtuviese esta distinción, y después se lo traspasaría a su hermano pequeño. Incluso podría darse el caso de que Carlos de Inglaterra heredase la corona y el título a la vez, por lo que sería él el que decidiese quién debería heredar el ducado de su padre. Visto lo visto, los trámites reales no son nada sencillos y como las cosas de palacio van despacio, el actual Conde de Forfar tendrá que esperar algo más para obtener otro título nobiliario.