Los Reyes de España viajaron a Málaga para entregar las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2016, que suelen entregarse con un par de años de retraso. Estos galardones reconocen a personas y entidades que han sobresalido en el arte de diferentes formas.
Don Felipe y Doña Letizia se desplazaron al Centre Pompidou de Málaga, donde estuvieron arropados por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, entre otras autoridades. Allí estaban también los premiados, así como tres caras conocidas que fueron a arropar a los ganadores como la presentadora Toñi Moreno y las cantantes Nuria Fergó y María del Monte.
Antes del acto, los Reyes recibieron a sus tíos, la Infanta Margarita y Carlos Zurita. La razón es que la Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispánica ha sido premiada por su mecenazgo, aunque en la ceremonia, la Reina entregó el galardón al presidente de la entidad, Rafael Benjumea.
Otros de los premiados fueron Rafael Amargo, Tomatito, la pianista María Martha Argerich, la arpista María Rosa Calvo-Manzano, el torero 'El Juli', la actriz y directora Magüi Mira, el cocinero Pedro Subijana, la Directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Helena Pimenta Hernández, o Gloria Estefan y Ricardo Darín, entre otros. En el caso de estos dos últimos, no estuvieron presentes y enviaron a emisarios para recoger el galardón.
Uno de los que más destacaron fue el actor José Coronado. El intérprete fue el encargado de hablar en nombre de todos los premiados, empezando con un "Me llena de orgullo y satisfacción" con el que hizo un chiste recordando a esa frase atribuida al Rey Juan Carlos, algo que hizo mucha gracia al Rey Felipe.
Otro de los más buscados fue Lorenzo Caprile. El galardonado diseñador es muy amigo de las Infantas Elena y Cristina, por lo que no es de extrañar que fuera el encargado de confeccionar el traje rojo con el que impresionó en la boda de Federico y Mary de Dinamarca el 14 de mayo de 2004. Desde entonces lució más diseños del modisto, pero después la relación se rompió hasta que en la cena de gala en honor al presidente de Israel Reuven Rivlin del pasado noviembre sacó del armario su Caprile. Había expectación por ver ese reencuentro, aunque ha sido cordial, con agradecimientos y sonrisas.