Los Reyes de Holanda tienen un pacto con la prensa. Les piden que dejen tranquilas a sus hijas a lo largo del año y a cambio realizan una serie de posados vacacionales o cuando hay algunos actos de importancia. En febrero no falla el posado de invierno que realizan con motivo de sus vacaciones en Lech (Austria), donde siempre muestran su mejor cara.
Otras veces, los Orange-Nassau se reúnen al completo, pero en este 2018 solo han posado los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima acompañados por sus tres hijas, la Princesa Amalia, la Princesa Alexia y la Princesa Ariane. Así, se ha quedado fuera la matriarca, la Princesa Beatriz, el Príncipe Constantino y su familia, así como la Princesa Mabel y sus hijas.
De sobra es conocido que Lech no trae los mejores recuerdos a la Familia Real Holandesa, porque fue en sus pistas donde el Príncipe Friso sufrió en 2012 el accidente que le llevó a la muerte año y medio después. Sin embargo, la vida sigue, y pese al dolor, los Orange-Nassau no faltan a la tradición.
Ni siquiera se lo quiso perder la benjamina del Monarca, la Princesa Ariane, que se rompió la muñeca a mediados de febrero, pero se ha recuperado bien y ha podido estar presente en estas vacaciones de esquí tan esperadas por la Familia Real de Países Bajos.
Complicidad y un atuendo por el que no pasa el tiempo
Los cinco royals se han mostrado muy unidos. La pareja reinante ha dejado claro la complicidad que les une 16 años después de darse el 'sí, quiero'. Además, han estado muy cariñosos con sus hijas, mientras ellas también han ofrecido su cara más divertida durante este tradicional posado.
El tiempo corre, o mejor dicho, vuela, pero hay prendas que pueden usarse después de mucho tiempo en cuerpos que mantienen la figura pese al paso de los años. Un buen ejemplo de ello lo ofrece la Reina de Holanda, que ha llevado el conjunto morado para esquiar que se pudo ver durante el posado de invierno de 2006. Quizás en otros 12 años vuelva a llevarlo.