Doña Sofía, que tuvo una buena amistad con Balduino y Fabiola de los Belgas, presidió en nombre de la Casa Real Española el acto conmemorativo del 30 aniversario del fallecimiento de Su Majestad el Rey Balduino de Bélgica al que acudieron también la Alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, y por Leticia Ruiz de Ojeda, Presidenta de la Fundación In Eis, entidad creada para administrar los bienes de los Reyes Balduino y Fabiola).
Tras estos saludos, Doña Sofía recibió al Rey Felipe de Bélgica, sobrino del Rey Balduino. El Rey de los Belgas estaba muy unido a su tío, el Rey Balduino. A su vez, el Monarca vio en Felipe al hijo que nunca pudo tener. Además, le preparó para la sucesión, si bien la temprana muerte del quinto Rey de los Belgas y la juventud e inexperiencia de Felipe de los Belgas llevó a que no se saltara la línea sucesoria y a que tras Balduino, fuera su hermano Alberto el que se convirtiera en Rey y no su sobrino Felipe, que esperó casi 20 años para llegar al trono.
La Reina Sofía, entre sobrinos de Balduino de Bélgica
El séptimo Rey de los Belgas fue acompañado de su cuarta hija, la Princesa Eléonore. La benjamina de los Reyes de los Belgas no conoció a su tío abuelo y solo tenía 6 años cuando falleció la Reina Fabiola, pero creció con el recuerdo de estos tíos a los que Felipe de Bélgica adoraba. Además, Matilde de Bélgica conectó enseguida con Fabiola de Mora y Aragón. No hay más que recordar sus lágrimas en el funeral de la española en diciembre de 2014.
Tras los saludos y breves charlas comenzó un acto con palabras de la Alcaldesa de Motril, de la Presidenta de la Fundación In Eis y de la Princesa Margarita de Luxemburgo. Doña Sofía no solo estuvo rodeada de Felipe y Eléonore de Bélgica, sino que hubo más royals presentes, como la hermana del Gran Duque de Luxemburgo, que también estaba muy unida a su tío Balduino. Margarita de Luxemburgo dio las gracias en nombre de la familia por este homenaje y por la apertura de un museo en recuerdo a Balduino y Fabiola en Villa Astrida.
A estos royals se unieron el Príncipe Nicolás de Liechtenstein, marido de la Princesa Margarita, así como Guillermo de Luxemburgo y Sibilla Weiller. El Príncipe Guillermo y la Princesa Sibilla ocuparon la segunda fila en el acto y mantuvieron un perfil bajo. Quisieron estar allí presentes como sobrinos de Balduino de Bélgica, al igual que estaban Felipe de los Belgas y Margarita de Luxemburgo, el primero sobrino paterno y la segunda sobrina materna.
Sibilla de Luxemburgo, que entró en la Casa Ducal al casarse con el Príncipe Guillermo, hijo del Gran Duque Juan de Luxemburgo y de la Gran Duquesa Josefina Carlota, hermana del Rey Balduino y del Rey Alberto de los Belgas, es además familia política de la Reina Sofía. La Princesa Sibilla es hija de Olimpia Torlonia de Borbón, prima hermana del Rey Juan Carlos, lo que le convierte en sobrina segunda de los Reyes Juan Carlos y Sofía.
En este acto, el Rey Felipe de los Belgas colocó una corona de flores junto a la estatua de su tío mientras sonaba el Himno de Bélgica. Seguidamente lo hizo la Reina Sofía mientras sonaba el Himno de España. Posteriormente dejaron los jardines de Villa Astrida para acceder al edificio de la residencia en el que se ha instalado un Memorial en recuerdo a los Reyes Balduino y Fabiola que incluye objetos personales y recuerdos del matrimonio real.
Quiso la casualidad que el Rey Balduino muriera en esta casa que nombró en recuerdo a su madre, la Reina Astrid de Bélgica, y que adquirió con la Reina Fabiola debido a que era española. Fabiola de Mora y Aragón se convirtió en Reina de los Belgas al casarse en 1960 con el Rey Balduino. La pareja se enamoró de Motril y allí pasaron sus vacaciones durante décadas.