Cada 25 de marzo se celebra el Día de la Independencia de Grecia. Es esta su fiesta nacional, y aunque marca la independencia del imperio otomano, en realidad este día de 1821 comenzó una lucha que finalizó con la creación de la República Griega. No duró mucho porque en 1832 se dio el trono a Otón de Baviera, que reinó como Otón I de Grecia. Este monarca fue depuesto en 1862, y si bien se había elegido al Príncipe Alfredo, hijo de la Reina Victoria, el rechazo de Reino Unido hizo que se propusiera a Guillermo de Dinamarca, vástago de Christian IX de Dinamarca, que reinó con el nombre de Jorge I de Grecia. Comenzaba el reinado de la dinastía Glücksburg, que ostentó la corona helena entre 1963 y 1973, con intervalos de exilio que marcaron a toda la Familia Real Griega, a la que pertenecía el Duque de Edimburgo, nacido como Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, quinto y único varón de Andrés de Grecia y Dinamarca, hijo de Jorge I, y de la Princesa Alicia de Battenberg. Apenas pasó tiempo en Grecia y no tuvo inconveniente en renunciar a sus títulos griegos y a su apellido, pasando a ser Philip Mountbatten, y después Duque de Edimburgo, Príncipe de Reino Unido y sobre todo consorte de la Reina Isabel. Sin embargo, la herencia griega ahí está, así que con motivo del bicentenario del comienzo de la lucha por la independencia se estimó oportuno invitar al Príncipe Carlos, hijo y nieto de griegos, y a Camilla Parker.
La pareja real aterrizó en el aeropuerto de Atenas a las 17:30 horas del 24 de marzo de 2021, donde fueron recibidos con todos los honores a pie de pista para dar comienzo a una visita de dos días para asistir a las celebraciones del bicentenario. Su primera visita fue la Galería Nacional de Arte de Atenas, donde el Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles disfrutaron del arte heleno invitados por el Primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, y su esposa Mareva Grabowski-Mitsotaki, antes de la cena que se ofreció en su honor.
Cena de Estado, discurso y desfile militar
Con sus mejores galas, el heredero y su consorte, que estaba resplandeciente, fueron a la cena de Estado organizada en su honor por la Presidenta de la República, Katerina Sakellaropoulou. Allí, el Príncipe de Gales dio un discurso en el que recordó sus orígenes griegos: "Mi esposa y yo no podríamos estar más encantados de estar de regreso en Grecia, que durante mucho tiempo ha ocupado un lugar muy especial en mi corazón. Después de todo, Grecia es la tierra de mi abuelo, y donde nació mi padre, hace casi cien años, en el año del centenario de la independencia griega. Más tarde, fue en Atenas donde mi querida abuela, la Princesa Alicia, durante los años oscuros de la ocupación nazi, albergó a una familia judía, un acto por el que en Israel se le nombró como 'Justa entre las Naciones'.
El Príncipe Carlos, que reconoció su conexión con Grecia no solo por su linaje, sino por sus paisajes, su historia y su cultura, reconoció que la esencia del país heleno está en todos: "Como fuente de la civilización occidental, el espíritu de Grecia recorre nuestras sociedades y nuestras democracias. Sin ella, nuestras leyes, nuestro arte, nuestra forma de vida, nunca hubieran florecido como lo han hecho. Mientras todos trabajamos para reconstruir nuestras sociedades y nuestras economías después de este año de agitación previamente inimaginable, y para poner nuestro mundo en un camino más sostenible, tal vez podamos inspirarnos un poco en el coraje, la determinación y la ambición de 1821". Fue entonces cuando habló de su 'Terra Carta': "Las decisiones que tomemos determinarán el destino no solo de nuestras naciones, sino de este planeta singular que todos compartimos. Por mi parte, para apoyar este esfuerzo vital, he trabajado con cientos de directores ejecutivos de todo el mundo para desarrollar una hoja de ruta que coloque a las personas, el planeta y la naturaleza en el centro de nuestra transición económica. He llamado a este plan la 'Terra Carta', y estoy profundamente conmovido de que Atenas desee poner en práctica las ideas que ofrece ". Para finalizar, habló de la amistad entre Grecia y Reino Unido: "Hoy, como en 1821, Grecia puede contar con sus amigos en Reino Unido. Los lazos entre nosotros son fuertes y marcan una gran diferencia en nuestra prosperidad y seguridad compartidas. Así como nuestras historias están estrechamente unidas, también lo están nuestros futuros ".
Al día siguiente, el Príncipe Carlos y Camilla Parker se desplazaron a la plaza Síntagma de Atenas para contemplar el Desfile Militar del Día de la Independencia. Allí, el Príncipe de Gales pasó revista a las tropas y dejó una ofrenda floral en homenaje a los caídos. Todo ello para celebrar los 200 años del país en el que nació su padre casualmente casi 100 años antes.
De hecho, cuando se festejó el centenario del Día de la Independencia, al Duque de Edimburgo le quedaban dos meses y medio para venir al mundo en Mon Repos, residencia de verano de la Familia Real Griega en Corfú, aquel sitio que la Reina Federica de Grecia, madre de la Reina Sofía, decía que era el mejor lugar para enamorarse.