Hace dos años, la Princesa Magdalena de Suecia dio a luz a su primera hija en el Presbyterian Weill Cornell Medical Center de Nueva York, donde entonces vivía con su marido, Chris O'Neill. Era el 20 de febrero de 2014, y todavía no se habían cumplido 9 meses desde que la pareja se había dado el 'sí, quiero'.
La Princesa Leonor era un bálsamo para sus padres, que se debatían entre rumores de ruptura y críticas por la dejadez de funciones de la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, que estaba prácticamente ausente de la vida oficial, y la poca simpatía que despierta Chris O'Neill por su aspecto estirado y distante. Así llegó la primavera, que la Princesa Leonor celebró con los ciudadanos de su país con un bonito posado previo a un gran acontecimiento en el que acaparó todas las miradas junto a su prima, la Princesa Estela, con la que se lleva a las mil maravillas y pudo compartir juegos en los meses que pasaron juntas en Estocolmo. Se trata el cumpleaños del Rey Carlos Gustavo, que quedó casi en un segundo plano ante sus nietas.
Dos días más tarde ocurrió otra gran efeméride que ella todavía no podía entender con tan solo 16 meses: el nacimiento de su hermanito, el Príncipe Nicolás. La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland logró aguantar menos de 48 horas hasta alumbrar al tercer nieto de los Reyes de Suecia, que recibió los nombres de Nicolás Pablo Gustavo, tratamiento de Alteza Real y los títulos de Príncipe Real y Duque de Ångermanland, ocupando el sexto lugar en la línea de sucesión tras su hermana Leonore Lilian Maria.
La Princesa Leonor pasó un verano muy poco tranquilo con su hermanito. En vísperas de la entrada de la estación estival protagonizó un bonito posado realizado por su madre, encantada de enseñar a su hija en Facebook. Un mes más tarde llegó el momento de una sesión familiar, aunque la Princesa Magdalena no quiso enseñar una foto de sus dos vástagos, esperando a una ocasión más especial para tan entrañable imagen.
Parecía que los Bernardotte-O'Neill iban a quedarse definitivamente en el estado escandinavo, algo vital, ya que la Constitución señala que aquellas personas que llevan títulos reales deben escolarizarse en Suecia. Sin embargo, su estancia fue temporal, pues tras el nacimiento del Príncipe Nicolás se marcharon a Londres. El motivo que se ofreció a la opinión pública vino en forma de entrevista de Chris O'Neill, que se lamentó de haber estado separado de su familia durante meses, ya que él tenia que residir en la capital británica por su trabajo, y deseaba tener a su mujer y sus hijos con él.
En su nueva vida en Londres, tercer país en el que vivía en menos de 2 años, hubo tiempo para un posado otoñal antes del gran día vivido el 11 de octubre, cuando la Casa Real Sueca se vistió de largo para celebrar en el Palacio de Drottningholm el bautizo del Príncipe Nicolás, otra ocasión en la que se comprobó el fuerte carácter de la niña, que ni paró quieta, ni estaba especialmente cómoda en la capilla Real. Fue ahí cuando por fin llegó la esperada foto de familia con Magdalena de Suecia, Chris O'Neill, la Princesa Leonor y el pequeño Nicolás.
Cumpleaños con su hermano Nicolás
El otoño fue duro para los Bernardotte-O'Neill, que lo pasaron mal porque el Príncipe Nicolás estuvo enfermo una larga temporada, como confesaron en una entrevista concedida en diciembre de 2015. Ese mes fue muy especial, ya que la Princesa Leonor volvió a Suecia, donde pudo jugar con su prima Estela, ver que sus tías Victoria y Sofia tenían la tripa más grande -con la ilusión que supone tener dos primos más-, y pasar tiempo con sus abuelos.
Lamentablemente, Leonor no pudo pasar la Navidad con la Familia Real, ya que tanto ella como su madre, su padre y su hermano tuvieron que irse justo antes de Nochebuena por motivos profesionales de Chris O'Neill. Con el año nuevo llegaron unas divertidas vacaciones de la familia en Las Maldivas. Magdalena de Suecia esperaba que fueran un secreto, pero tras ser pillada por los paparazzi, publicó unas bonitas imágenes en las que la gran protagonista era Leonor. Ahora llega un nuevo gran momento en corta vida, su segundo cumpleaños, el primero que celebra junto a su hermano Nicolás, su mejor compañero de juegos.