Galería: La Infanta Elena en imágenes
La Infanta Elena está sometida al confinamiento exactamente igual que el resto de los españoles. Cada día teletrabaja para la Fundación Mapfre, donde ejerce como directora de Proyectos Culturales y Sociales de la entidad y a las 20:00 horas sale a aplaudir a los sanitarios, trabajadores de supermercados, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, repartidores, transportistas y personal de Correos, que prestan servicios esenciales.
La Infanta Elena en el concierto de Siempre AsíInterrumpe el confinamiento para sacar a su perro, un fox terrier que lleva en la familia desde 2011 y que es su compañía debido a que sus hijos pasan la cuarentena lejos de Madrid. Aprovechando un paseo con su perro, fue abordada por la prensa, ofreciendo declaraciones a ¡Hola! y Semana, algo poco habitual para Doña Elena, que no hablaba con los medios desde que cumplió 50 años.
No quiso ir a La Zarzuela
Comentó que esta preocupada por tener a sus hijos lejos y que al igual que todo el mundo están confinados. Señaló que lleva bien el tener que quedarse en casa, comentó que sigue a rajatabla las medidas del Gobierno y envió un mensaje de agradecimiento a los que cada día arriesgan su salud yendo a trabajar para que se mantengan los servicios esenciales: " Esperemos que se pase todo pronto. Un agradecimiento total a todos los que nos ayudan, a todos los servicios públicos ".
El Rey Juan Carlos, la Reina Sofía y la Infanta Elena en SanxenxoLa hermana del Rey llevaba mascarilla, guantes y mantuvo la distancia con la prensa. Además, se mostró cercana y amable, algo necesario después del escándalo de los escoltas que le protegen a ella y a la Infanta Cristina, que han mostrado sus quejas. Ambas Infantas quedaron en mal lugar, por lo que al menos Doña Elena debía realizar algún gesto.
La Infanta Elena se encuentra sola en su casa de Madrid, aunque se entiende que sigue teniendo personas de servicio y de seguridad. Podría haberse marchado a La Zarzuela para estar con los Reyes Juan Carlos y Sofía y con Irene de Grecia, donde hay amplios jardines para pasear que sin duda provocan que el confinamiento se haga menos duro. Sin embargo, quizás pensando en que podría interpretarse de forma negativa y que sus padres y su tía pertenecen al grupo de riesgo por su avanzada edad, optó por quedarse en su domicilio madrileño.
