Si en la entrevista de Lady Di de 1995 el mayor afectado fue el Príncipe Carlos, aunque también Camilla Parker, al confirmar la existencia de la relación adúltera, en la que el Príncipe Harry y Meghan Markle concedieron a Oprah Winfrey se podría decir que también es uno de los más afectados, al menos directamente. Para la Reina Isabel todo fueron buenas palabras, y si bien el Príncipe Harry volvió a hablar del distanciamiento con el Príncipe Guillermo, y Meghan Markle dio su versión sobre la polémica con Kate Middleton, fue el Príncipe de Gales el que salió peor parado.
Oficialmente, el Príncipe Carlos no ha dicho nada, y de hecho esquivó las preguntas en su primera salida tras la emisión de la entrevista. Todo lo que tuviera que decir se encuentra en el comunicado emitido por Buckingham Palace el 9 de marzo de 2021. Oficiosamente sí ha dicho algo, y no es precisamente que esté contento con lo que se dijo de él. Entre otras cosas, el Príncipe Harry le acusó de haberle ignorado al dejar de cogerle el teléfono cuando le expresaba su intención con el Sussexit y dijo estar decepcionado con su padre.
Desesperado y decepcionado
El heredero se encuentra en un estado de desesperación por lo que ha dicho el Duque de Sussex sobre él, aunque ya podía imaginarse de qué iba a ir la cosa porque como señala Vanity Fair, el Príncipe Harry se habría puesto en contacto con su padre un día antes de que se emitiera para decirle el por qué de la entrevista con Oprah Winfrey. Se siente además decepcionado, así como preocupado por el impacto en su imagen, una piedra más en su largo camino hacia el trono.
Además, niega haber cortado la financiación de los Sussex, como dijo el Príncipe Harry que había hecho. En ese sentido, una fuente ha señalado al Evening Standard que el Príncipe de Gales hizo lo posible para asegurar la estabilidad financiera de los Sussex. En ese sentido, el Duque de Sussex aseguró que se le había cortado la financiación y que logró mantenerse a él mismo y a la familia gracias a su fortuna, parte de la cual procede de la herencia de Lady Di, que se estima en unos 10 millones, sumados a un patrimonio de la pareja que se valora en torno a los 35 millones.
Por otro lado, las acusaciones de racismo hacia al menos un miembro de la Familia Real Británica, que expresó su preocupación por el color oscuro que pudieran tener o no tener los hijos del Príncipe Harry y Meghan Markle, también han hecho mucho daño al Príncipe Carlos. Además, el hecho de que los Sussex se negaran a decir quién fue y que después Oprah Winfrey revelara que no se trataba ni de la Reina Isabel ni del Duque de Edimburgo, ha provocado que las miradas se posen en el Príncipe Carlos como posible autor de esos comentarios racistas : "Va en contra de todo lo que cree el Príncipe de Gales. Él cree que la diversidad es la fuerza de nuestra sociedad", señala el citado medio.