La Academia de Cine había invitado a Don Felipe y a Doña Letizia a asistir a la ceremonia de entrega de los Premios Goya del próximo sábado 7 de febrero con la esperanza de que su presencia fuera un espaldarazo al séptimo arte de nuestro país en la que será la primera ceremonia de entrega con Felipe VI como Rey de España.
Sin embargo, los Reyes rechazaron la invitación por motivos de agenda. Su compromiso no está marcado en Casa Real, pero eso no quiere decir que sea un invento, ya que Don Felipe y Doña Letizia no tienen el sábado libre.
Una oportunidad perdida
Lo cierto es que es una pena que el Rey y su esposa no puedan ir a los Goya una gala en la que su presencia sería muy bienvenida, si bien es cierto que no todos los invitados iban a estar contentos con que los Reyes se sienten en el patio de butacas del Palacio de Congresos de Madrid. Para la Reina sería la primera vez, mientras que para el Rey la segunda, pues estuvo en la ceremonia del año 2000, en la que por cierto le cantaron el cumpleaños feliz porque tuvo lugar el día en el que cumplió 32 años.
De cualquier modo, que los Reyes estuvieran en la gala de los Goya les daría una imagen más cercana, esa que Don Felipe y Doña Letizia están buscando desde que se convirtieron en Reyes de España el pasado 19 de junio. No es que la Casa Real Española sea distante, pero sí que tiende a no ser cercana al no participar en eventos de esta clase, algo muy habitual para otras Monarquías que no se pierden actos de estas características, y no por ello parecen menos serios. Un primer paso ha sido invitar a las recepciones a personas por ejemplo del mundo del espectáculo, pero hace falta más.
Asimismo, que los Reyes de España acudieran a la entrega de los Goya significaría el apoyo directo de la Casa Real, que es la primera institución del Estado. Está claro que ambos son cinéfilos, pues sus salidas al cine son muy habituales y comentadas. Además de eso ven películas en La Zarzuela, llevan a sus hijas al cine y están atentos a lo que ocurre con la industria cinematográfica y sus creadores. Todo eso está muy bien, pero nada como presentarse en la alfombra roja y presidir la gala, lo que sería un espaldarazo para la cultura y para una industria que da mucho empleo en nuestro país.
Otra de las razones es por la relevancia internacional que podrían tener los Goya con los Reyes participando en ella. Está claro que en Estados Unidos no iba a tener repercusión, pero no pasa nada porque para eso está Penélope Cruz, la hija pródiga, que vuelve a los Goya tras una ausencia de 4 galas. Sin embargo en Europa, cierto sector de la prensa sigue las andanzas de Sus Majestades, sobre todo en Reino Unido, por lo que serviría para promocionar la ceremonia, y de paso al cine y los actores españoles. Quizás se lo piensen mejor y puedan acudir en 2016, que tienen tiempo para dejar el hueco libre para ir a la gala.