El Rey Juan Carlos ha regresado a Sanxenxo por tercera vez después de que decidiera mudarse a Abu Dabi, lejos de España. Pese a que mantiene un perfil bajo, su visita como era de esperar no está pasando inadvertida y más después de pisar el Real Club Naútico de dicho lugar.
Su visita ha sido mirada con lupa, igual que su aspecto, puesto que esta visiblemente cambiado y todo apunta a que se habría hecho algún que otro retoque estético en el rostro. También parece estar más delgado, aunque sus problemas de movilidad continuan, si bien es cierto, se ha mostrado simpático con la prensa que ha acudido al lugar donde se encontraba.
Una semanas atrás la atención había sido puesta sobre el maletín que no para de llevar uno de sus miembros de su equipo de seguridad, un objeto del que no se separan ni en los eventos más importantes, como la boda de Hussein bin Al Abdalá, el hijo de Rania de Jordania y Abdalá II de Jordania. Fue en ese momento cuando se descubrió que el maletín se usa como protección, ya que es antibalas, y en caso de ser atacado, se podría interponer sobre su cuerpo para que no se le genere ningún daño.
Ahora el foco ha sido puesto sobre un objeto mucho más pequeño, en concreto sobre un anillo que lleva en el dedo corazón de su mano izquierda. Amante de los anillos, es más, los colecciona, en los últimos años sobre todo los ha llevado en su dedo meñique, pero ahora ha sumado uno más, uno que podría ayudarle en cuanto a su salud se refiere.
Para controlar su salud
Se trata de un anillo inteligente que se llama Oura, y es capaz de medir el sueño, las calorías e incluso la frecuencia cardíaca. El anillo es de titanio y él no sería el único miembro de la realeza en usarlo, porque a él se suman su tocayo el Rey Carlos III y su hijo, el Príncipe Harry. Su uso, más allá de embellecer su dedo, es bastante útil y más en una etapa de su vida en la que sus problemas de salud han aumentado, así que de esta manera estaría mucho más controlado.