La alemana no contó todo lo que contó por nada. Había y hay un motivo haber hablado tan abiertamente, sea verdad o no.
Las revelaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein han caído como una losa en Casa Real, y sobre todo sobre el Rey Juan Carlos. Se veía por fin más tranquilo, liberado de viejos escándalos, con una relación más agradable con la Reina Sofía y con su hijo, el Rey Felipe. En el año de su 80 cumpleaños y el 40 aniversario de la Constitución estaba obteniendo más relevancia pública, y las vacaciones en Mallorca se veían como una oportunidad para mostrar a la familia unida.
Todo se ha ido al traste por la filtración de las conversaciones que Corinna zu Sayn-Wittgenstein mantuvo en 2015 con el excomisario Villarejo y Juan Villalonga y que han salido convenientemente a la luz en julio de 2018. ¿Quién las ha filtrado y por qué? Eso tendrá que dictaminarlo la investigación.Lo que más ha dolido al Rey Juan Carlos
Lo que se puede saber ahora es que la Familia Real está apoyando al Rey Juan Carlos. Aunque ven reprobables y reprochables algunos comportamientos, sienten que esta señora actúa por despecho al haber sido obligada a irse de España para no volver jamás.
Esa es precisamente la razón por la que Corinna habló abiertamente con estas dos personas. Pilar Eyre comenta en su blog que se ha dejado llevar por el despecho: "Y ahí empezó ese odio largo y espeso, que cristalizó en estas confesiones llenas de medias verdades, exageraciones, también cosas ciertas -no nos engañemos-", manifiesta la periodista.
Por otro lado, y aunque las acusaciones de Corinna hacia el Rey Emérito son muy graves y han vuelto a poner en jaque a la Corona, lo que peor estaría llevando él es que haya insinuado que tiene problemas en la cama.