Los Duques de Värmland han roto moldes en la dinastía Bernardotte eligiendo los nombres de la criatura.
Cuando el Rey Carlos XVI Gustavo anunció los nombres y títulos del segundo hijos de los Duques de Värmland, hubo varias sorpresas. No fue extraño que recibiera tratamiento de Alteza Real y dignidad de Príncipe de Suecia, aunque fue toda sorpresa positiva que se le diera el Ducado de Dalarna, ya que Sofia Hellqvist vivió parte de su vida en esta provincia sueca.En el caso de los nombres, los elegidos han sido Gabriel Carl Walter. El segundo está claro que es por el padre de la criatura, el Príncipe Carlos Felipe, así como por el abuelo, el Rey Carlos XVI Gustavo. Por otro lado, Walther es como se llamaba el padre de la Reina Silvia, Walther Sommerlath, y por tanto bisabuelo del bebé.
El más llamativo ha sido el primero, que es precisamente como será conocido, Gabriel. Se especuló con que podía haber sido Guillermo, un nombre de origen alemán muy típico en la realeza europea, pero nadie esperaba que el sexto nieto de los Reyes de Suecia fuera a llamarse Gabriel, que no tiene tradición en los Bernardotte.Al parecer, la idea es de los padres, sobre todo de Sofia Hellqvist. Les gustó el nombre y quisieron ponérselo a su hijo, que a fin de cuentas está en un ya lejano sexto puesto en la línea de sucesión y por tanto es improbable que algún día sea Rey de Suecia.
Magdalena de Suecia y Chris O'Neill acuden también al Te Deum
Por otro lado, la Familia Real al completo salvo la parturienta acudió a la Capilla Real del Palacio de Estocolmo para asistir al Te Deum que tradicionalmente se realiza cuando nace un miembro de la dinastía Bernardotte. Allí se dieron cita desde los Reyes Carlos Gustavo y Silvia, pasando por la pareja heredera, el Príncipe Carlos Felipe, la Princesa Magdalena y Chris O'Neill, que han regresado a Estocolmo con motivo del nacimiento de su sobrino.
Por allí apareció también la Princesa Cristina de Suecia, hermana del Rey Carlos XVI Gustavo. Ha sido la única de sus hermanos que ha pasado por allí, ya que las Princesas Margarita, Desirée y Brígida viven en el extranjero y su relación con el Monarca no es tan estrecha como en el caso de Carlos Gustavo y Cristina.