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Nadie podría acusar a la Reina Margarita de Dinamarca de no haber sido una líder fiable, a pesar de que hizo dos promeses que no cumplió. La tímida Daisy, como se le llama cariñosamente, tuvo que enfrentarse a un trono que esperaba desde que la entrada en vigor de la Ley de Sucesión al Trono de 1953, que permitió que las mujeres pudieran reinar en Dinamarca. Se convertía así en la heredera de su padre, el Rey Federico IX, que tenía otras dos hijas, y desplazaba a su tío, el Príncipe Canuto.
Lo esperaba, sí, pero no tan pronto. Federico IX moría el 14 de enero de 1972 a los 72 años tras una breve enfermedad, y ese mismo día, su hija mayor fue proclamada Reina de Dinamarca tras una reunión del Consejo de Estado, saliendo inmediatamente después a saludar desde el balcón del Palacio de Christiansborg junto al entonces Primer Ministro, Jens Otto Krag.
Margarita II tenía 31 años, dos hijos pequeños, Federico (1968) y Joaquín (1969), y se le hizo un mundo. Fue ayudada por su madre, la Reina Ingrid, que siempre le guio, y apoyada por su marido, Enrique de Dinamarca, y por su hermana Benedicta. Pronto disfrutó del destino que debía cumplir, que tan feliz le hizo que no dudó en anteponer la Corona y el país a su familia.
El deber siempre estuvo para ella por encima de todo y de todos, algo que además veía como una tarea de por vida al igual que ocurrió con sus antepasadas. Cada vez que le preguntaban, aseguraba que jamás iba a abdicar. Se le ocurrió comentar además que dejaría de fumar cuando abdicara, es decir, nunca. Porque además de considerar que debía ser Reina de Dinamarca hasta el final de sus días, no tenía intención de abandonar tan nocivo hábito. Pero como nunca puedes decir nunca, al final terminó dejando el tabaco y la Corona, aunque eso sí, en distintas etapas. No iba a ser todo de golpe.
"Ni voy a abdicar ni voy a dejar de fumar", expresó en una entrevista realizada por su 70 cumpleaños. "Fumo en cualquier parte donde haya un cenicero", dijo también, y en eso no mentía. " Soy tan vieja que ya no importa ", llegó a comentar en otra ocasión. Hubo un tiempo en el que podría resultar hasta un sello de identidad de Margarita II, de hecho en la serie 'Borgen' se bromeó con su tabaquismo al señalar que 'La Reina estará fumando', hasta que tan insano hábito provocó que se le llamara la atención. Fue acusada por The Lancet de ser "una amenaza contra la salud pública" y de dar un mal ejemplo que podía estar detrás de que la danesas fueran las mujeres de Europa con mayor índice de muerte prematura.
Tantas críticas le llevaron a dejar en fumar en público, pero no en privado, aunque tuvo lapsus como en un posado familiar veraniego en Grasten Slot en 2015 en el que se le fotografió llevándose el cigarrillo a la boca. En 2023 se estrenó en Netflix el documental 'Detrás de las cámaras de Ehrengard: El arte de la seducción' que protagonizaba la Reina Margarita al haber sido la responsable del vestuario y la escenografía. En algunos momentos de la grabación se veía a la Monarca fumando, incluso en reuniones de equipo, lo que sin duda dejó claro que las malas costumbres le siguieron acompañando.
De todos modos, en 2023 había incumplido su promesa de dejar de fumar. No lo hizo por gusto, sino por la delicada operación de espalda a la que se sometió el 22 de febrero de ese año y por la que tuvo que decir adiós a 66 años de romance ininterrumpido con el tabaco.
Su primera calada data de 1957, cuando sus padres, los Reyes Federico IX e Ingrid de Dinamarca, ofrecieron tabaco a su hija: "Mi padre y mi madre habían fumado durante toda mi infancia, y un día me preguntaron si quería un cigarrillo. He fumado desde entonces ". Tal era su adicción que llegó a fumar 40 cigarrillos al día.
No quería abdicar, pero terminó haciéndolo
Afortunadamente esa promesa se rompió y dejó de fumar. Y si esto sorprendió, más lo hizo que anunciara su abdicación en su discurso del 31 de diciembre de 2023. Aunque la Ley de Sucesión al Trono permite al Monarca dejar de serlo, no hay tradición de abdicaciones en Dinamarca. De hecho, hay que remontarse a 1146, cuando el Rey Erik III Lam cedió el trono para entrar en un monasterio.
No sorprende además por la falta de tradición, sino por la cantidad de veces que Margarita II dijo que la Corona era un deber de por vida. Aunque eso sí, una de las últimas fue en 2020 en una entrevista con Berlingske por su 80 cumpleaños: "Creo que tienes el deber de permanecer. Por supuesto, no puedo decir que sea imposible, y entonces la responsabilidad recaerá en Federico. Pero mi intención es continuar. Espero que no pasen muchos años y tenga que esperar demasiado. Debe ser como tiene que ser".
Su idea era permanecer en el trono hasta el final, pero ya a los 80 años pensaba que ya no era del todo imposible ceder la Corona en vida, como ha terminado haciendo. Casi 4 años más tarde, con su salud mermada debido a sus problemas de espalda y de movilidad, con un heredero, Federico de Dinamarca, preparado para reinar, y con los antecedentes de otros homólogos europeos de su tiempo, rompió su segunda promesa. Casualidad o no, anunció su adiós al tabaco y al trono en 2023.