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Cuando alguien se casa con una persona de la realeza tiene que cambiar radicalmente de vida si va a asumir responsabilidades dentro de la Familia Real a la que va a entrar. Eso fue lo que ocurrió con Doña Letizia, que dejó de ser periodista y presentadora del Telediario para convertirse en Princesa de Asturias y posteriormente en Reina de España.
El Rey Felipe VI y la Reina Letizia el día de su bodaSu adaptación no fue fácil, y quizás como modo de desahogarse o para buscar una salida a su pasión por escribir, tomó la decisión de escribir un diario en el que poder contar lo que vivía cada día. Así empezó a contar lo que experimentaba en esa nueva existencia que nunca imaginó que le tocaría vivir.
Miedo a que sus secretos salieran a la luz
Sin embargo, la aventura no duró mucho. Como cuenta Jaime Peñafiel en El Mundo, la pasión de la Reina Letizia se cortó de raíz cuando fue descubierta por Don Felipe. El entonces Príncipe Felipe, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, prohibió tajantemente que siguiera adelante con la escritura de su diario.
Felipe VI le explicó el peligro que corría ella, y por ende, toda la Casa Real Española, si ese diario se filtraba algún día. Todos los secretos de esa nueva vida podrían salir a la luz y no podrían hacer nada más que esperar que el escándalo pasara lo antes posible.
¿Alguien podría traicionar a Doña Letizia? En principio no, pero viendo el libro 'Adiós Princesa' que años después publicó su primo David Rocasolano, que durante años fue amigo, confidente y abogado, no sería descabellado pensar que alguien pudiera traicionar la confianza de la entonces Princesa de Asturias. El Rey Felipe tenía razón, ya que toda precaución es poca a la hora de salvaguardar la intimidad real.
La Reina Letizia firma a una señora un especial sobre su boda con el Rey Felipe en Villanueva de los InfantesSin embargo, Jaime Peñafiel no piensa lo mismo, y pone como ejemplo a la Reina Isabel: "Al parecer, Felipe la sorprendió escribiendo. Y se lo prohibió. Cuando entonces podía. Craso error. La Reina Isabel de Inglaterra lleva su diario. Lo redacta todos los días antes de acostarse. Me gustaría que la mujer de Felipe hubiera retomado aquella iniciativa", comenta el periodista.
