La propia Reina anunció su abdicación durante el discurso de Año Nuevo y tan solo unos días después, coincidiendo con el cumpleaños de Margarita de Dinamarca, se produjo el histórico momento. Todo fue muy austero pero no por ello menos histórico y, tras la firma de la abdicación, el ya Rey Federico X se asomó al balcón del Palacio de Christiansborg para saludar al pueblo tras convertirse en Rey.
El monarca salió en primer lugar junto a la Primera Ministra de Dinamarca y leyó su primer discurso como Rey. Después, muy emocionado, saludaba a todos los allí presentes para, instantes después, aparecer Mary de Dinamarca ya convertida en Reina. En el balcón se vivieron momentos muy bonitos, pues incluso se dieron un beso con el que sellaron así su amor en un día histórico.
Lo que no se vio
También se aprecia algún detalle del momento en el que sus hijos salen al balcón con ellos, como la mano que tiene Mary de Dinamarca sobre la cintura de su hija Josephine o la espectacular sonrisa que luce la ya Reina al darse la vuelta en el balcón y entrar al Palacio. Sin duda alguna, se ha tratado de un momento histórico que nadie va a olvidar y que supone un antes y un después en Dinamarca.