Pese a que tiene problemas de movilidad lógicos para su edad, Doña Sofía es reacia a mostrar en público lo que sí usa en privado.
La Reina Sofía tiene una edad muy avanzada. Sin embargo, es incombustible, sigue adelante aportando todo lo que puede en la Fundación Reina Sofía y cumpliendo con los compromisos oficiales que le encarga Don Felipe. De hecho, si no hace más es precisamente porque desde la Casa Real no se ve necesario, pero no porque ella no quiera o no pueda.
A eso se une que viaja dentro y fuera de España sin problemas, incluyendo viajes oficiales a Estados Unidos o a Grecia, país que visitó el 1 de agosto de 2024 para el funeral de su tío Miguel de Grecia o a finales de septiembre de 2024 para la boda de su sobrina Theodora de Grecia con Matthew Kumar. Y si de repente tiene que presidir varios actos oficiales en una semana, lo hace. Tampoco falla a los Premios Princesa de Asturias, a cuya ceremonia de entrega asiste año tras año. No quiere llevar bastón en público
Eso sí, los años pasan y pesan, y aunque Doña Sofía suele presumir de su buen estado de salud, es lógico que por la edad que tiene tenga determinados achaques. Esto se ha visto en determinadas apariciones, donde se aprecia que tiene ciertos problemas de movilidad, y más concretamente, que ha perdido mucha estabilidad.
Sus tropezones son habituales, como se vio en una salida de verano 2024 en Mallorca, o en la conmemoración del XIX aniversario de la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y del XV aniversario de la entrega de la Enseña Nacional, donde al subir a la plataforma colocada en su honor, se bamboleó y fue ayudada por Camilo Villarino, jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.
Días más tarde, en los Premios Princesa de Asturias 2024, se vio cómo volvía a tropezar y tuvo otra vez falta de estabilidad, aunque afortunadamente la cosa no fue a más y no se cayó. Sin embargo, sí hay preocupación ante el peligro de que alguna vez sufra una caída, un asunto muy grave para una persona mayor.
En ese sentido, hace ya tiempo que la Reina Sofía entendió que debía usar bastón, y lo lleva sin problemas en La Zarzuela, en privado. Sin embargo, como señala Monarquía Confidencial, no quiere ni oír hablar de llevarlo en público. Siente que no es necesario y no quiere que se hable sobre el uso del bastón, un asunto del que se sabe que se comentaría si se le viera en público llevar este accesorio que tanto ayuda a muchas personas a caminar con más seguridad.