Este asunto ha salpicado al Príncipe Guillermo puesto que ha donado una importante suma de dinero antes de que los hermanos separaran sus oficinas y se ocuparan de sus respectivas fundaciones. Según ha expuesto Graham Smith, el líder de Republic, la organización que reúne grupos antimonárquicos que reclaman a un jefe de estado electo en Reino Unido, los hermanos habrían cometido irregularidades por hacer donaciones benéficas entre fundaciones sin existir otro motivo que su relación personal, por lo que no se trataba de una donación justificada y eso va contra el código de la Comisión de Caridad, un organismo que rige las organizaciones benéficas en Reino Unido.
Un problema común desde la distancia
El comunicado de Republic dice así: "Estas dos organizaciones benéficas parecen estar incumpliendo las pautas relativas al uso adecuado de los fondos de caridad y pueden estar incumpliendo su deber de actuar de manera independiente y exclusivamente en interés de sus objetivos. La Fundación Real otorgó una subvención de 145.000 libras a Sussex Royal y 144.901 libras a una organización no benéfica (Travalyst). En ambos casos parece que la única razón para la decisión fue la relación personal entre dos patrocinadores, el Duque de Sussex y el Duque de Cambridge". De momento el Príncipe Guillermo no se ha pronunciado, sin embargo, los hermanos desde la distancia tendrán que hacer frente a un problema común.