Los Príncipes Felipe y Letizia se desplazaron a la localidad zaragozana de Tarazona para asistir a la inauguración oficial de la Catedral de Santa María de la Huerta, templo que estuvo casi treinta años clausurado con motivo de las obras de restauración que ya visitó el Príncipe en el año 2000.
A su llegada al municipio, los Príncipes de Asturias saludaron a los vecinos que se agolparon para darles la mano. Asimismo, fueron recibidos, entre otras personalidades, por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, el presidente de las Cortes aragonesas, José Ángel Biel, el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza y alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte, y el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, entre otras autoridades.
Los Príncipes asistieron a un acto litúrgico oficiado por el Obispo Hernández en el que ha agradecido la regia visita y como recoge Europa Press, ha ensalzado la joya arquitectónica que preside la localidad, que según sus palabras " son catedrales como la de Tarazona las que han marcado la historia, la cultura y la filosofía de las principales ciudades de Europa".
Regalos para los Príncipes de Asturias
Tras ver un vídeo sobre la restauración, los futuros Reyes de España visitaron la totalidad del templo por espacio de una hora, donde comprobaron el fruto de estos años de obra que aún no han finalizado del todo, pues el claustro, el atrio y las capillas aún no han sido completamente rematados.
Don Felipe y Doña Letizia han admirado el arte que se encuentra en Santa María de la Huerta y han firmado en el libro de honor. Como presente por apoyar con su visita la inauguración de la Catedral, se han llevado a Zarzuela un relieve en plata de la fachada de la Catedral, otro de la fachada del Consistorio y un plato de cerámica de Muel con una representación de la Seo de Tarazona que les han entregado de parte del Obispado, del Ayuntamiento y de la Diputación de Zaragoza.
Completado su periplo por la Catedral, los Príncipes de Asturias se han desplazado al Palacio de Eguarás, obra del siglo XVI de gran belleza, donde han tenido la oportunidad de intercambiar impresiones con el equipo consistorial, empresarios y alcaldes de las comarcas cercanas antes de abandonar Tarazona.